miércoles, 30 de abril de 2014

Características de la Educación en Finlandia III: Profesorado.

Este colectivo ocupa una posición clave en el éxito de la educación finlandesa, de hecho se considera la piedra angular del sistema educativo finlandés. Todos los profesionales de la educación están formados por las universidades y tienen una preparación pedagógica. 

Formación:

Para ser maestro se necesita una calificación de más de un 9 sobre 10 en sus promedios de bachillerato y de selectividad y se requiere, además, una gran dosis de sensibilidad social (se valora su participación en actividades sociales, voluntariado, etc.). Cada universidad escoge después a sus aspirantes a profesores con una entrevista para valorar su capacidad de comunicación y de empatía, un resumen de la lectura de un libro, una explicación de un tema ante una clase, una demostración de aptitudes artísticas, una prueba de matemáticas y otra de aptitudes tecnológicas.
El profesorado de la pre-primaria (niños de 1-6 años de edad) tiene una cualificación “Bachelor of Arts in Education” por la Facultad de Educación. En el aula hay un profesor por grupo además de otra persona con calificaciones profesionales relevantes del nivel secundario superior.
El profesorado de la primaria (niños de 7 a 12 años) tiene una cualificación “Master of Arts in Education” (Maestría en pedagogía) por la Facultad de Educación. Los profesores de los seis primeros grados de educación básica normalmente son profesores generalistas. 
El profesorado de la secundaria (13-16 años) tiene una cualificación de “Master of (asignatura)” con una cantidad definida de estudios en las asignaturas enseñadas (dependiente del nivel; secundaria o bachillerato) además de una formación en estudios pedagógicos. El profesorado es especialista en la asignatura de la cual tiene una cualificación e imparte única y exclusivamente clases sobre aquella materia.
El profesorado de la educación superior tiene una cualificación que depende de las escuelas, pero generalmente suele ser de Maestría/Doctor.

La labor del profesor es muy respetada habiendo un alto nivel de competición entre los candidatos a acceder a dichos estudios, ya que para ser maestro en Finlandia la nota de corte en la Universidad es superior a 9 sobre 10. La profesión de maestro es tan solicitada que menos de un 10% de los estudiantes que lo solicitan son aceptados. La formación del profesorado es muy estricta, ya que deben cursar tres años de licenciatura en pedagogía y dos años más en una maestría, lo cual no es un pase directo a las aulas de clase, ya que antes deben presentar una prueba para su selección en la que, por ejemplo, en 2011 de 1.600 solicitudes para ser profesores solo 160 personas lograron acreditarse. Por lo tanto, sólo los mejores llegan a conseguir una plaza de profesor.
Selección del profesorado por centros: En Finlandia no existe un sistema de oposiciones como el español. Allí cada municipio contrata al director del centro y éste contrata a los profesores. Esto permite que cada centro pueda crear los mejores equipos de trabajo y buscar a los profesores que mejor encajen en su proyecto educativo real. Cuando acaban su formación, los maestros se someten a procesos de formación abiertos, se anuncian vacantes y se seleccionan candidatos. Cada administración educativa es responsable de contratar a su profesorado. El objetivo de este procedimiento no es otro que seleccionar a aquellos profesores que estén mejor cualificados para cada puesto en particular. Y si un profesor no realiza su trabajo de forma satisfactoria, pueden cambiarlo por otro. La escuela pública en Finlandia es diferente, es como si cada una fuera de gestión privada.

Libertad curricular: El elevado nivel de educación de los maestros les permite planificar su propio trabajo y elegir independientemente sus métodos de enseñanza. El sistema escolar finlandés está basado en una cultura de la confianza y la ausencia de controles, y los maestros tienen un papel activo en el desarrollo de su propio trabajo. Por medio de este trabajo proporcionan un ejemplo de aprendizaje permanente. Es por ello, que los profesores pueden adaptar las lecciones como crean más conveniente para preparar a sus alumnos de forma correcta para los estándares nacionales. Además los profesores son raramente evaluados, no hay test y no hay inspectores. También hay que decir que la formación inicial que reciben los maestros garantiza la homogeneidad de la enseñanza en todo el país.
Salarios: Los profesores son pagados con el dinero que el Estado destina a cada colegio, que depende del número de alumnos que es capaz de atraer. Luego, cada centro organiza su presupuesto como estime conveniente. En realidad, la diferencia con lo que cobran los maestros en nuestro país no es muy grande. De acuerdo a los datos de la OCDE, el sueldo medio anual en paridad de poder adquisitivo para un profesor español era en 2010 de 41.339 dólares, frente a los 37,886 dólares de los finlandeses. Lo que sí cambia son los incentivos, tanto monetarios como de reconocimiento social y la forma en la que se premia a los buenos maestros.
Los profesores trabajan 190 días al año, cuentan con un sindicato fuerte, y cuentan no sólo con el respeto de la sociedad sino también con su protección: en Finlandia pegarle a un profesor es igual que pegarle a un policía

Formación permanente: Los colegios finlandeses buscan motivar a sus docentes, que están muy preocupados por mantenerse al día con los cambios de la sociedad y de su profesión. Esto no se consigue en un régimen de obligación sino mediante la negociación, el diálogo y un correcto sistema de incentivos.


Respeto: Otra característica de este sistema es que la figura del profesor es muy respetada dentro de la sociedad finlandesa. Es una de las profesiones mejor consideradas del país y se preocupan de que continúe siendo así.
La educación en Finlandia está basada en la confianza: La comunidad confía en los colegios, la población confía en los profesores y estos confían en los alumnos. 

Sara López García, 30 de Abril de 2014.

Características de la educación en Finlandia II: Aspectos Organizativos.

ASPECTOS ORGANIZATIVOS

Centros escolares: Finlandia no tiene una gran colección de estándares educativos nacionales. Tienen pequeñas colecciones de estándares definidos de forma general y permiten adaptación local al entorno y a los alumnos. Finlandia es un país en el que los colegios tienen presupuestos modestos, desarrollan su propio currículum, investigan e implementan nuevas tecnologías, no tienen una brecha en cuanto a logros y en el que no se deja ningún niño atrás. Entre centros, las diferencias de regiones (rural-urbano), de nivel socio-económico y de usuarios de diferentes lenguas son pequeñas
La red de escuelas es muy extensa por todo el país, hasta en lugares remotos. Sólo el 3% de las escuelas tienen más de 500 alumnos, el 40% tienen menos de 50.

Los centros y su titularidad: Finlandia está volcada con sus colegios públicos y por tanto tiene pocos privados (el 95% de los centros son públicos). En el sistema de educación en Finlandia, la creación de un colegio privado debe ser aprobada por el ayuntamiento de la ciudad en la que se abra, y la ley dicta que sus fondos deben que ser los mismos que en los otros colegios públicos, no deben cobrar por las clases y deben admitir a estudiantes de una manera no selectiva. Esto hace que mandar a los niños a una escuela privada no sea atractivo. Por ello y debido a su amplio y excelente sistema de educación pública, en Finlandia no hay un mercado privado de educación y capacitación en los ciclos básicos. En otros niveles y sectores, la participación del sector privado también es relativamente pequeña en comparación con otros países occidentales.
El porcentaje de las instituciones de educación secundaria superior general (bachillerato) y de formación profesional públicamente financiadas, del 98 y 70 por ciento, respectivamente. Las instituciones privadas están bajo supervisión pública: siguen los currículos nacionales y el sistema de calificación confirmado por la Dirección Nacional Finlandesa de Educación. También reciben el mismo nivel de financiación pública que las escuelas públicas. La responsabilidad de la financiación educativa está dividida entre el Estado y las autoridades locales. En cuanto a la financiación de la educación primaria y secundaria, las subvenciones estatales cubren el 57% de los costes, mientras que las contribuciones municipales cubren, en promedio, el 43% restante.
Los fondos que recibe cada centro son proporcionales al nivel de calidad que estos ofrecen. El gobierno central solo se encarga de entregar los fondos correspondientes a cada escuela, y estas, con un funcionamiento individual, crean sus propias reglas de funcionamiento, logran investigar y adoptar nuevas tecnologías.

Asignación de centro: Las autoridades locales designan una plaza escolar para cada alumno cerca de su residencia, teniendo, sin embargo, los padres derecho a elegir el colegio que más les guste, no el que les toque por cercanía. Pero, al final, la realidad es que suelen elegir el colegio que está más cerca de su casa, porque saben que cualquiera ofrece un altísimo nivel. Lo que está claro es que ninguna escuela selecciona a su alumnado, más bien es al revés. 

Organización del centro escolar: El año escolar comprende 190 días, a partir de mediados de agosto hasta el comienzo de junio. Las escuelas funcionan cinco días a la semana, y el mínimo de lecciones semanales varía entre 19 y 30, según el nivel y el número de asignaturas opcionales. Además, hay autonomía local para decidir sobre las vacaciones extraordinarias.
Aunque pueda parecer que para conseguir estos niveles de educación pasan muchas más horas en el colegio, no es así. Hay menos horas lectivas que en España. La jornada escolar va desde las 8:30 ó 9:00 am hasta las 3:00 pm con media hora de almuerzo. Las clases se limitan a 45 minutos y se entrecruzan con periodos de descanso de 15 minutos durante los cuales los alumnos pueden caminar libres por los pasillos, hablar tranquilamente en las salas de descanso, jugar o utilizar los ordenadores puestos a su disposición. En total, suman 608 horas lectivas en primaria, frente a las 875 horas de España.
El promedio de alumnos por clase es de 23. Las clases son mixtas, niñas y niños, con diferentes grados de capacidad.

ADMINISTRACIÓN Y FINANCIACIÓN

Subsidio estatal para estudios: Como parte del sistema de seguridad social, cada estudiante finlandés de nivel de estudios profesionales básicos y estudios superiores tiene derecho al subsidio estatal para cubrir parte de los gastos de manutención y viviendo durante los estudios. Este derecho, el de subsidio, está vinculado a la aprobación de un número predeterminado de materias por mes.

La administración local juega un papel importante: La política educativa es responsabilidad del Ministerio de Educación. De hecho la educación básica y superior está organizada por el Estado. La Dirección Nacional Finlandesa de Educación coopera con el Ministerio a fin de desarrollar los objetivos, el contenido y los métodos de enseñanza para la educación primaria, secundaria y de adultos. Además, cada una de las seis provincias finlandesas tiene su propio Departamento de Educación y Cultura que se encarga de estos cometidos. La administración de la educación a nivel local es responsabilidad de las autoridades locales. De hecho la prestación de la escolaridad primaria está a cargo de los 450 municipios en que se divide el país, que tienen el deber de organizar enseñanza para todos los niños en edad escolar residentes en su territorio o de ocuparse de que reciban instrucción. Hay que decir que existe una colaboración intensa entre las autoridades educativas y las asociaciones de maestros, directores escolares y el resto de la sociedad.

Gasto público en educación: En 2010, el gasto público en educación representaba el 6,4% del PNB. El gasto per cápita es de 2.100€, y 11.000 millones en total. Este número por sí solo no dice mucho, pero es menos que la media que los países de la OCDE gastan. La educación en Finlandia optimiza los recursos, no los desperdicia.

Autonomía educativa: Los municipios determinan el grado de autonomía que se concede a las escuelas. Las escuelas están autorizadas para impartir servicios educativos de acuerdo con sus propios arreglos administrativos, con tal de que las funciones básicas determinadas por las leyes sean respetadas. Por ello, una de las características más importantes del sistema finés es que cada colegio tiene su propia organización en función de sus necesidades. Por lo tanto, hay una autonomía en cada centro enorme, que permite que la educación se centre en las necesidades de los alumnos. Es, por lo tanto, el municipio y luego el profesor el que toma la decisión sobre lo que se va a hacer, por lo tanto hay una autonomía enorme que permite que la educación se centre en las necesidades de los alumnos. Aunque parezca mentira los alumnos salen muy bien preparados y de manera muy homogénea.
Aunque pueda parecer algo desorganizado que cada centro tenga autonomía para decidir acerca de su programa de estudios, no es así. Al darle autonomía y confianza a cada centro el Gobierno no está pendiente de presentar planes de estudios que se adapten a su ideología o de cambiar los que ha impuesto el anterior Ejecutivo.
Una curiosidad: El parlamento finlandés, al igual que el español, tiene muchos grupos políticos, pero se pide que dos terceras partes estén de acuerdo para aprobar las leyes de educación, lo que obliga a los dos grandes grupos a pactar y eso da una estabilidad enorme. De hecho su ley de educación no se cambia completamente cada cuatro u ocho años.

Evaluación en vez de inspección: No hay ningún sistema de inspección separado de la escuela, y las visitas de inspección a las escuelas efectuadas por las autoridades estatales han sido suprimidas. Las actividades de los municipios están guiadas por la legislación y los currículos nacionales. El sistema se sustenta en la competencia de los profesores empeñados en cumplir con los objetivos establecidos en los currículos. Se ha concedido un papel importante tanto a la autoevaluación como a la evaluación externa.

En 2003, se fundó un Consejo de Evaluación para la Educación y Capacitación para apoyar al Ministerio de Educación en las funciones de la evaluación. Tiene la responsabilidad de la planificación, coordinación, gestión y desarrollo de la evaluación de la educación básica y secundaria superior. Las escuelas superiores profesionales y las universidades son responsables de la evaluación de sus propias operaciones y resultados. Al respecto, están respaldadas por el Consejo de Evaluación de la Educación Superior.

Sara López García, 30 de Abril de 2014.

Características de la educación en Finlandia I - Aspectos curriculares.

Finlandia, una escuela comprensiva:

La escuela comprensiva no es solo un sistema, es una filosofía y una práctica pedagógica.
La educación en Finlandia ha sido una parte integral de los programas nacionales que tienen como objetivo el desarrollo cultural. En un país pequeño y remoto, con una lengua extraña, proporcionar educación a todos se considera un medio necesario para mantener la cultura nacional dinámica. Una de las máximas de Finlandia es que nadie se puede quedar fuera de una buena educación.
La educación finesa es para cada alumno y por lo tanto se tiene que ajustar a las necesidades de cada niño/a. Hay un grado importante de libertad para la escuela a la hora de planificar el currículum. El profesorado tiene en cuenta al alumnado a la hora de planificar los contenidos, los libros de texto, la metodología y la evaluación. Las actividades de enseñanza y aprendizaje están centradas en el alumno: el profesor aconseja y, si se requiere, propone actividades de apoyo. La escuela comprensiva aporta grandes beneficios al alumnado más flojo mientras que no afecta a los resultados del alumnado con un rendimiento más alto.
La escuela compresiva parece capaz de proporcionar a la mayoría de sus alumnos una base sólida para continuar estudiando, para pasar al mundo laboral y para participar plena y activamente en la sociedad moderna.

ASPECTOS CURRICULARES:

Currículo escolar: El currículo nacional ha sido diseñado por la Dirección Nacional Finlandesa de Educación, incluyendo objetivos y criterios de evaluación. Dentro de este marco, las escuelas y autoridades locales forman sus propias normas de currículo sensibles al contexto local, ya que el Ministerio de Educación deja mucha autonomía local (municipios y colegios). Los profesores eligen sus propios métodos de enseñanza y tienen libertad para elegir sus propios materiales didácticos.

El aula: En la Educación Básica el alumnado va a clases relativamente pequeñas, con rara vez más de veinte estudiantes. En la escuela el ambiente es relajado e informal, a la vez que muy severo con los estudiantes que deben respetar unas normas pudiendo ser remitidos al psicólogo del centro en caso de desatenderlas. Se presta especial atención a la creación de un entorno agradable y estimulante, y las relaciones entre maestros y alumnos suelen ser informales y cálidas. Finlandia es un país rural por lo que para mantener la limpieza, los alumnos de los primeros cursos dejan los zapatos fuera de ellas y caminan en calcetines dentro de las clases para mantener la limpieza. Las actividades fuera de las clases son consideradas especialmente importantes, incluso en el frío invierno, y la cantidad de deberes a hacer en casa se reduce al mínimo para potenciar la asistencia a actividades extraescolares.

Inicio de la escuela con 7 años: Para conseguir ser los mejores, los niños finlandeses no están más horas, ni empiezan antes. En este país la educación obligatoria comienza a los siete años, ya que se considera que es entonces cuando el niño comienza a tener una cierta madurez para poder asimilar los conocimientos explicados.
Los alumnos comienzan con las asignaturas más sencillas como educación física y su lengua, el finés. Más tarde, llegarán las matemáticas, ciencia, historia y lenguas extranjeras. Y es a los diez u once años cuando comienzan a recibir calificaciones numéricas por estas materias. Las notas las pone, durante los primeros años de su educación, un único maestro, que vela por que ningún alumno quede excluido.
Está demostrado, entre otros por los informes PISA, que a pesar de empezar un año más tarde, su nivel es superior al de prácticamente todos los países de la Unión Europea.

Metodología: La metodología finlandesa ha abandonado las memorizaciones típicas del sistema educativo de la ilustración y hace énfasis en la discusión y en la reflexión. Desde pequeños se les enseña a aprender a pensar.

Seguridad: Se procura incrementar la sensación de seguridad y la motivación de los más pequeños manteniéndoles el mismo maestro durante varios años y prescindiendo de las notas en las evaluaciones. La escuela finlandesa procura construir relaciones naturales y cordiales entre maestros y alumnos.
Independencia del alumnado: Los estudiantes tienen también independencia y se confía en ellos. Los alumnos menos aventajados son ayudados por otros alumnos y pueden estudiar extra con otros grupos pequeños para ponerse al día con un profesor. La independencia de los estudiantes se da hasta a la hora de la comida: se configuran ellos el menú en el colegio.
Igualdad en educación: Uno de los objetivos centrales de la política de educación finlandesa es darle a todos los ciudadanos las mismas oportunidades de acceso a la educación, sin importar la edad, lugar de residencia, situación socioeconómica, sexo o lengua materna. Por eso, la educación preescolar, la educación básica y la educación secundaria superior tanto general (bachillerato) como de formación profesional son, en principio, libres de costes: la enseñanza, la atención social y sanitaria al alumno y las comidas se ofrecen gratuitamente en todos estos niveles. Los libros de texto y otros materiales necesarios para el aprendizaje son gratuitos en los niveles preescolar y básico. En la educación básica también el transporte de ida y vuelta a la escuela corren a cargo de los municipios, siempre y cuando el alumno viva a más de 5Km de su centro escolar.
La realidad es que el país nórdico ha conseguido encajar todas las piezas del rompecabezas y ha creado un sistema en el que ningún alumno queda excluido. No lo ha logrado con normas centralizadas, sino a través de un sistema que da una gran autonomía a los centros y en los que sus profesores son los que controlan los planes de estudios. Todo ello, enmarcado en una ley de educación estable, que no se cambia con el color del gobierno de turno.
En Finlandia buscan la igualdad de oportunidades, lo que no quiere decir que se les dé a todos lo mismo. Los profesores se esfuerzan desde los primeros años para que ningún niño se quede atrás; esto sucede en todos los colegios de Finlandia.
Soporte educativo para orientar a los alumnos: La orientación educativa (los servicios de tutoría) es esencial para alcanzar la igualdad en educación. En los primeros seis años de enseñanza básica, la orientación está integrada en la enseñanza regular, mientras que los currículos en los niveles superiores de la educación básica y en la educación secundaria superior incluyen lecciones específicas de orientación educativa. El propósito es apoyar, ayudar y orientar a los alumnos para que alcancen el mejor resultado posible en sus estudios y, además, para que estén capacitados para tomar las decisiones correctas y apropiadas referentes a las opciones alternativas de su educación y carrera futura. Su amplio sistema de tutoría y apoyo les es muy útil para la detección temprana de alumnos con dificultades de aprendizaje.

Necesidades educativas especiales: Todos los alumnos en edad de educación obligatoria tienen el derecho a recibir la docencia adecuada y tener acceso a educación para necesidades especiales si fuera necesario. La Educación para las necesidades especiales también se imparte en pre-primaria y en Formación Profesional secundaria. El objetivo es el de apoyar a los alumnos para que tengan las mismas oportunidades para finalizar su educación, según sus habilidades con sus compañeros de clase. Finlandia tiene un enfoque a varias bandas en el tratamiento del alumnado con NEE, es decir, tienen una gran cantidad de planteamientos sobre la inclusión. Ofrece una variedad de servicios entre los dos sistemas (sistema ordinario y de educación especial). De esta forma, los alumnos con problemas menores de aprendizaje o de adaptación reciben algunas clases a tiempo parcial de apoyo educativo por un profesor de Especial dentro del aula ordinaria y junto con el profesor de educación general. Pero, si un alumno no puede seguir el ritmo de la educación general por minusvalía, enfermedad, trastorno, retraso educativo, desorden emocional u otras razones similares, ese alumno se transfiere a Educación Especial. Previamente, se elabora un plan educativo individual para cada alumno que es transferido o admitido en Educación Especial. La docencia la imparte un profesor cualificado en Educación Especial en un aula de no más de 5 alumnos. Por lo tanto, la primera alternativa es que el alumnado con necesidades educativas no salga del aula ordinaria y esté incluido en el grupo clase al que pertenece, pero cuando consideran necesario, la docencia se impartirá en grupos pequeños para los alumnos con necesidades especiales, en un aula ajena dentro del colegio o, en un colegio especial.
En 2009, 47.200 niños fueron admitidos o trasladados a Educación Especial. Esto es un 8,5% del total de alumnos en educación básica. El número de alumnos que participaron en un programa de apoyo educativo a tiempo parcial fue de 127.900, lo cual es un 22,8% de todos los alumnos de educación básica.

Evaluación: Los profesores llevan a cabo la evaluación de sus propias asignaturas basándose en los objetivos establecidos en el currículo. La evaluación forma parte de la vida escolar diaria y cada alumno recibe un certificado de notas por lo menos una vez cada año escolar. Se evalúan los resultados teniendo en cuenta tanto la progresión continua como las pruebas establecidas por los profesores. En Finlandia no existen exámenes nacionales de aprendizaje, ni ranking de escuelas, ni ranking de estudiantes/ alumnos, tan sólo tienen la selectividad al finalizar la educación secundaria y como vía para continuar con la educación superior.

Repetición de curso: La repetición de curso está, en principio, proscrita por la ley: puede ser propuesta de modo excepcional, pero en este caso debe ser siempre aceptada por el alumno y por la familia. En cambio, se organizan sistemáticamente grupos de apoyo para los alumnos que muestran tener dificultades en una u otra materia. Además, en estos casos se envía a ala clase un auxiliar para apoyarlos.

Lenguas: Finlandia tiene dos lenguas oficiales, el finés y el sueco. Aproximadamente el cinco por ciento de los estudiantes de la educación primaria y secundaria asisten a escuelas que imparten la enseñanza en sueco. Ambos grupos lingüísticos disponen de sus propias instituciones también a nivel de educación superior. Además, hay instituciones educativas que imparten todas o parte de sus clases en una lengua extranjera (normalmente en inglés). En las áreas de Laponia donde se habla saame, las autoridades locales deben impartir la educación en ese idioma. También se imparte educación en su propia lengua a los romaníes (gitanos) y a las otras minorías lingüísticas, incluyendo a los que usan el lenguaje por señas.
La segunda lengua oficial (sueco para los finoparlantes y finés para los suecoparlantes) se introduce a partir del séptimo grado de la educación básica (13 años). Los inmigrantes cuya lengua materna no es el finlandés ni el sueco reciben clases especiales de finlandés como segundo idioma. Tienen clases de su lengua materna financiadas por el ayuntamiento dos veces a la semana.
La escuela finlandesa pone un énfasis especial en los estudios de idiomas extranjeros. En España, los niños comienzan a estudiar inglés desde muy pequeños. En Finlandia no es así. El primer idioma extranjero, normalmente el inglés, se empieza a los 9 años (tercer grado de la educación básica). Aún así, con 18 años los finlandeses suelen tener un nivel de inglés muy superior al de los jóvenes españoles. Esta diferencia puede ser causada por la diferente metodología que utilizan. Los finlandeses no se preocupan tanto por la gramática al principio sino por la conversación, los profesores son bilingües y todos han pasado varios años estudiando en países de habla inglesa. Además al comenzar más tarde y tener algo más de madurez, lo asimilan mejor. Los alumnos pueden optar por hasta seis diferentes idiomas hasta completar el bachillerato. Los más populares son el inglés, el alemán, el francés, el ruso y el español.
La lectura: En Finlandia la afición a la lectura es muy fuerte y existe una vasta red de bibliotecas públicas. De hecho, el 41% del alumnado afirma que la lectura es uno de sus hobbies preferidos y, tres cuartas partes de los alumnos confiesan leer por placer. Además, el alumnado finés tiende a utilizar las bibliotecas más a menudo que el alumnado de otros países de la OCDE. No nos puede sorprender que Finlandia sea tras Islandia el segundo país con mayor número de libros editados per cápita, y este interés por la lectura se intenta trasladar a los niños desde una edad muy temprana. Debido a que no es rentable doblar los programas extranjeros al finés (la inmensa mayoría de la programación es en idioma inglés), en la televisión se muestran subtitulados, lo que favorece la lectura. Pese a ello, muchos de los programas infantiles se emiten en finés o son doblados.

Religión: La mayoría de los finlandeses son miembros de la iglesia evangélico-luterana y sus hijos participan en las clases de esa religión. Los miembros de otras comunidades religiosas pueden recibir instrucción sobre su confesión si existe un mínimo de tres alumnos para formar un grupo de estudio. Los que no pertenecen a ningún grupo religioso están eximidos de la instrucción en religión. Tienen en cambio una asignatura que comprende ética, estudios comunitarios y los fundamentos de las distintas religiones.

Sara López García, 30 de Abril de 2014.

viernes, 18 de abril de 2014

Estructura del Sistema Educativo de Finlandia

Educación Preescolar:

La educación Preescolar en Finlandia puede dividirse en dos etapas.  La primera etapa comprende desde el nacimiento hasta los 5 años de edad (Guardería “Kindergarten”), es de carácter voluntario y pertenece a entidades municipales o privadas. El coste de estas guarderías infantiles es razonable y va acorde con los ingresos de los padres. La segunda etapa es la llamada Educación Pre-primaria y está destinada a alumnos de 6 años de edad. Esta etapa es voluntaria, totalmente gratuita y se puede impartir tanto en guarderías como en escuelas básicas. Es obligación de los municipios el organizar y garantizar la educación preescolar gratuita para todos los niños de seis años de edad. Aún y el carácter voluntario de esta última etapa de preescolar, en 2010 el 60% de los niños de 6 años recibían educación preescolar.

Educación Básica:

La Educación Básica se inicia a los siete años de edad, momento en el que empieza la enseñanza obligatoria.
Esta etapa de carácter obligatorio tanto para residentes como para extranjeros, dura 9 años o, como máximo, hasta los 17 años de edad. Los primeros 6 años (etapa primaria) de esta etapa son normalmente impartidos por profesores generalistas (profesores de clase a cargo de todas o casi todas las materias), mientras que los últimos tres años (etapa secundaria) lo son por profesores encargados de una asignatura específica.
La enseñanza, los libros de texto, el material de aprendizaje, la atención sanitaria, las comidas e incluso el transporte son gratuitos durante esta etapa escolar.
La ratio de alumnado máxima por profesor es de 24 alumnos en los primeros años de la educación básica, aunque muy rara vez se alcanza esta cifra.
Las materias que se imparten en esta etapa de escolarización son la lengua materna, el otro idioma nacional, matemáticas, idiomas extranjeros, física, química, historia, instrucción cívica, educación física, música, artes plásticas, economía doméstica, manualidades, religión o educación ética-filosófica, biología, geografía y medio ambiente.
Una vez cumplidos con éxito los nueve años de la escuela de educación básica, el alumno obtiene un certificado de estudios. Los alumnos que lo deseen, tienen la posibilidad de cursar un décimo año optativo por el que recibirán un certificado adicional. Sólo el 0,4% de los alumnos no termina con éxito la educación obligatoria.
Con el fin de la Educación Básica el alumnado puede elegir dentro de la educación secundaria superior entre los estudios generales o los de formación profesional y, posteriormente, pasar a una escuela superior profesional o a una universidad.

Educación secundaria superior:

La Educación secundaria superior está destinada a aquellos alumnos que hayan cumplido su enseñanza obligatoria con éxito. Estos pueden escoger entre dos opciones: la educación secundaria general (Bachillerato) o la educación y capacitación profesional (Formación profesional) en función de hacia donde quieran enfocar su carrera profesional.
La Dirección Nacional Finlandesa de Educación establece los objetivos y el contenido clave de las asignaturas y módulos de estudios, tanto para los estudios generales de bachillerato como para la educación y capacitación profesional. Basándose en el currículo nacional, cada entidad proveedora de servicios educativos establece el currículo local. De acuerdo con la estructura modular de la educación secundaria superior, los estudiantes pueden combinar estudios tanto de educación general como de educación profesional.

Bachillerato:

El Bachillerato, destinado a alumnos de 16 a 19 años, es de carácter gratuito e incluye el almuerzo, ya que está organizado por el municipio. En esta etapa, el material didáctico está exento de gratuidad, por lo que corre a cuenta del alumno.
La selección de alumnado para los Institutos de Bachillerato está basada en las calificaciones obtenidas en la educación básica. Aproximadamente la mitad de los alumnos que completan la educación básica continúa en el bachillerato.
Por lo general, el programa de estudios de Bachillerato está previsto para tres años, pero dada la flexibilidad de los estudios, los estudiantes pueden completarlo en un período de entre dos y cuatro años. Esta flexibilidad existe gracias al funcionamiento organizado por créditos de esta etapa, en la cual los programas estructurados en cursos por asignatura y la elección de cursos determina el avance en los estudios. El curso consta de estudios obligatorios, especializados y aplicados.
El Bachillerato culmina en un examen de escala nacional que abarca cuatro pruebas obligatorias: lengua materna y, según la elección de cada candidato, tres de las siguientes asignaturas: la segunda lengua nacional, una lengua extranjera, matemáticas o estudios generales (Humanidades y Ciencias Naturales). Los estudiantes también pueden incluir pruebas opcionales en los exámenes.
Una vez llevados a cabo con éxito los exámenes de Bachillerato y el programa de estudios entero, los estudiantes reciben un certificado que detalla las pruebas cursadas y los niveles y calificaciones adquiridos. Es éste, el título de bachiller, el que les da la competencia para cursar estudios superiores.

Formación profesional:

La formación profesional está destinada a jóvenes de 16 a 19 años. Esta etapa educativa corre a cargo de los municipios o del sector privado, por lo que solo serán gratuitos aquellos centros organizados por los entes municipales.
Los criterios de selección de los institutos de formación profesional abarcan además de las calificaciones de la educación básica, la experiencia laboral práctica y otros factores comparables, así como posibles pruebas de admisión y de aptitud. En esta modalidad de educación secundaria ingresan casi todos los que no siguen el bachillerato: sólo el 7% de los adolescentes eligen no continuar estudiando.
La Formación profesional cubre siete sectores de educación, 52 calificaciones profesionales incluyendo un total de 112 programas de estudios diferentes. Los estudios abarcan tres años (120 créditos). Cada calificación profesional consiste en estudios profesionales que incluyen por lo menos 20 créditos de práctica en empresas, asignaturas básicas, tales como lengua y ciencias, estudios opcionales, orientación para estudiantes y un proyecto final. Los estudios se basan en un plan individual de estudios que incluye tanto asignaturas obligatorias como optativas.
Las habilidades y conocimientos de los estudiantes son evaluados tras cada módulo. Una vez terminados los estudios incluidos en el plan individual, el estudiante recibe un certificado de calificación. Las calificaciones de la formación profesional se pueden obtener en base a la educación escolar o en forma de contrato de aprendizaje (capacitación en oficio guiada por un contrato entre un instituto profesional, una empresa y el estudiante). En los planes individuales de estudios se determinan las elecciones y el progreso de los estudios.
Los estudiantes de formación profesional también pueden participar en los exámenes de Bachillerato.

Educación Superior:

En Finlandia la educación abarca un largo período. Una gran cantidad de estudiantes del ciclo superior no completa sus estudios antes de cumplir los veinticinco años.
La educación superior es impartida por las universidades y las escuelas superiores profesionales, que son instituciones de educación superior profesionalmente orientadas. Ambos sectores tienen su perfil propio, las universidades ponen énfasis en la investigación y la enseñanza científica, mientras que las escuelas superiores profesionales tienen un alcance más práctico.
La estrategia nacional de Finlandia apunta a que hacia el año 2020 el 42% de los jóvenes adultos tenga un título universitario o de escuela superior profesional.

Universidad:

  • Kandidaatti: grado universitario de primer nivel, 3 años, ”Bachiller”
  • Maisteri: grado universitario de segunda nivel, 2 años, ”Maestría”
  • Lisensiaatti: Grado intermedio entre la Maestría y el doctorado (voluntario)
  • Tohtori: Doctorado, ~4 años

La función básica de la Universidad es realizar investigación e impartir la enseñanza académica más elevada basada en la misma. Su actividad se basa en la libertad científica y en la autonomía.
Los estudios universitarios pueden ser recibidos tanto en universidades como en escuelas politécnicas. La educación universitaria es más teórica, mientras que las escuelas politécnicas se centran más en la parte práctica y aplicada. Por ejemplo, los médicos son titulados universitarios, sin embargo los enfermeros reciben un título de una escuela politécnica.
Finlandia tiene una red de 20 universidades (con 164.000 estudiantes), todas pertenecientes al Estado, que cubren todo el país. El hecho de pertenecer al Estado hace que estos estudios universitarios estén al alcance de todos, ya que son gratuitos para estudiantes tanto finlandeses como nacidos en el extranjero. Los alumnos universitarios reciben una asignación mensual del Estado que puede ser revocada si el estudiante no progresa en sus estudios.
De las 20 universidades estatales, 10 son multidisciplinares, 3 de ciencia económicas y empresariales, 3 tecnológicas y 4 de artes. 
Las vías de acceso a la Universidad son variadas: el examen finlandés de Bachillerato permite acceder a una educación superior; los que poseen un diploma de Bachillerato o de Formación profesional también tienen la posibilidad de estudiar en universidades, siempre y cuando éstas consideren que están capacitados para ingresar en ellas; además de otros candidatos que hayan cursado los estudios exigidos por la universidad en el marco de una universidad abierta, o que posean, según la universidad, las habilidades o conocimientos necesarios para terminar los estudios.
Todas las áreas de estudio tienen el ingreso de admisión restringido. Puesto que el número de candidatos sobrepasa en mucho la cantidad de plazas disponibles, las universidades aplican diferentes criterios para la selección de estudiantes. Estos criterios son los resultados de estudios anteriores y/o pruebas de admisión.
Según el sistema de títulos universitarios, es posible conseguir un título académico inferior o superior. El título inferior, o el de grado de licenciatura (de 180 créditos ECTS) y el superior o título de maestría (de 240-270 créditos ECTS), estos se pueden conseguir en un plazo de tres a seis años, respectivamente. Además, las universidades conceden títulos de postgrado científicos, los doctorados.

Educación Profesional Superior:

La Educación Profesional Superior está estrechamente relacionada con el ámbito laboral, ya que su objetivo es preparar expertos y ejercer actividades de investigación y desarrollo. Se crearon en los años 90 con esa finalidad.
Estas instituciones se diferencian de las universidades en que son municipales o privadas, en lugar de estatales; pero aún y así el estado soporta el 57% de sus costos básicos. Es por esta razón, por la que los alumnos no pagan por la enseñanza.
Actualmente Finlandia cuenta con 26 institutos de educación profesional superior con 140.000 estudiantes.
El requerimiento general para la admisión en las escuelas superiores profesionales es la terminación de la educación secundaria superior general (Bachillerato) o profesional (Formación profesional). En otras palabras, los siguientes candidatos se califican para estudios superiores profesionales: los que hayan pasado el examen de Bachillerato o terminado la enseñanza secundaria superior, o los que tengan una calificación profesional, o una calificación internacional o extranjera equivalente. La selección de estudiantes para las escuelas superiores profesionales se basa principalmente en las pruebas de ingreso, las calificaciones académicas y la experiencia laboral.
Las áreas de estudios son la educación, cultura, ciencias sociales, administración y empresariales, ciencias naturales y medio ambiente, tecnología, comunicaciones, servicios sociales, salud y turismo.
Los títulos son especializados por profesión y requieren entre tres años y medio y cuatro años para finiquitarlos, o en su defecto 210-270 créditos ECTS, según el área de estudios. Además de aprobar el plan de estudios se debe realizar un período de práctica laboral y un trabajo final. Una vez obtenidos los créditos y finalizado todos los requisitos, las escuelas superiores profesionales conceden a sus estudiantes un título de los estudios realizados. Algunas de las escuelas ofrecen estudios de postgrado.

Educación para adultos:

La educación para adultos es un importante sector de la política educativa de Finlandia. De hecho, cada año casi una cuarta parte de la población participa por propia iniciativa en la educación para adultos. El objetivo es el aprendizaje permanente, con numerosas oportunidades de capacitación y actualización para adultos ya empleados, apoyadas por el sector público. Los estudios que otorgan títulos son gratuitos. Aunque hay algunos que tienen tarifas comerciales, es el Ministerio de Educación el que financia la educación del adulto y es responsable de su desarrollo.
Todas las formas de educación y capacitación destinadas a los jóvenes, desde la educación básica hasta los estudios universitarios, también están al alcance de los adultos. Ciertas instituciones educativas se concentran exclusivamente en la educación y capacitación de adultos, pero también se imparte en universidades, escuelas profesionales superiores, institutos, centros de capacitación, institutos populares, etc. La educación y capacitación de adultos también se presenta en forma de capacitación complementaria dentro de la vida laboral.
Se otorgan títulos básicos, asignaturas de carreras de grado, preparatoria, educación complementaria, cultura cívica, etc. Pero además, en las escuelas secundarias superiores para adultos los participantes pueden estudiar y participar en los mismos exámenes de Bachillerato que los jóvenes, de tal manera que también pueden conseguir los mismos títulos de enseñanza secundaria superior profesional.
Un método flexible para adultos para estudiar y alcanzar calificaciones profesionales es a través del sistema de calificaciones basado en las competencias, especialmente diseñado para adultos. El sistema permite a la gente obtener títulos profesionales demostrando sus habilidades profesionales en pruebas de competencia, sin tomar en cuenta el origen de dichas habilidades (si proceden de la experiencia laboral, de estudios realizados o como resultado de sus intereses en tiempo de ocio). Los estudios están basados en programas de aprendizaje personalizados, diseñados individualmente para cada estudiante. Hay tres niveles de calificaciones profesionales basadas en la competencia: calificaciones de nivel secundario superior, calificaciones adicionales y calificaciones especializadas. La Dirección Nacional Finlandesa de Educación establece los requisitos para las calificaciones, siendo, por otro lado, la organización y la supervisión del sistema responsabilidad de comisiones de calificación tripartitas formadas por representantes de empresas, empleados y profesores.

El sistema de calificaciones basadas en la competencia refleja los principios del aprendizaje a lo largo de toda la vida. El Estado promociona este principio también mediante la financiación de instituciones de educación para adultos de diferente índole. Estas instituciones educativas disponen de una gran autonomía, así como de libertad de selección de asignaturas, tipos de estudiante y métodos de enseñanza. 

Sara López García, 18 de Abril de 2014.