sábado, 22 de febrero de 2014

Diferencias de resultados entre Comunidades Autónomas.

Introducción:

Tras analizar los resultados de las diferentes Comunidades Autónomas de España en las pruebas de carácter nacional e internacional, podemos determinar que existen notables diferencias de resultados. Estas diferencias son tan grandes como las existentes entre los países de la OCDE. La diferencia entre los conocimientos que se alcanzan en las regiones con mayor y menor rendimiento equivale a un año y medio de escolarización.

Cuáles son las diferencias:

Según datos de las pruebas PISA, las comunidades autónomas españolas presentan resultados educativos enormemente diversos. La diferencia entre la mejor y la peor puntuación de las comunidades autónomas en matemáticas en las pruebas PISA 2012 ha sido de 55 puntos, equivalente a casi un curso escolar y medio. Las diferencias resultan mucho mayores si atendemos a la calidad de la formación alcanzada. Sin embargo, el 85% de las diferencias entre comunidades autónomas españolas se deben a las disparidades socio-económicas que existen entre ellas. Es decir, que si las comunidades españolas tuvieran la misma situación socio-económica, las diferencias entre ellas disminuirían considerablemente.

En qué afectan:

Las diferencias de resultados educativos entre CCAA afectan y tienen relación con algunos ámbitos como:
Las comunidades con mejores resultados en rendimiento se encuentran entre las que logran mayores niveles de equidad, mientras que no existe una correlación clara entre desarrollo económico y desarrollo educativo. Así, las comunidades noroccidentales tienen buenos resultados educativos a pesar de no ocupar posiciones destacadas en término de desarrollo económico o renta per cápita.
Si echamos un ojo al rendimiento educativo y el crecimiento económico, así como el mercado laboral de cada comunidad autónoma; tenemos que tener en cuenta que los resultados educativos tienen consecuencias importantes sobre el desarrollo, la generación de riqueza y el mercado laboral. Ya que, hay una evidencia de que una mayor y mejor educación generan ventajas en la generación de renta y empleo. Por ello, las diferencias regionales en educación afectan de modo sustancial al crecimiento, de tal manera que se pueden convertir en diferencias en la tasa de crecimiento a largo plazo de hasta el 1% o el 1,4%.
Las regiones con un mayor rendimiento educativo parecen mostrar una mayor capacidad para resistir el impacto de la crisis.

Mejores y peores resultados de CCAA:

De las 14 comunidades autónomas evaluadas con muestra propia, siete de ellas superan la media de la OCDE: Navarra, Castilla y León, País Vasco, Madrid, La Rioja, Asturias y Aragón. Incluso superan en algunos casos el rendimiento de países de la UE como Bélgica y Alemania, mientras que Murcia y Extremadura se sitúan a la cola, por debajo de las medias citadas.
Según la OCDE, hay 55 puntos de diferencia entre las comunidades, con mayor y menor rendimiento educativo en Matemáticas (Navarra y Extremadura), lo que equivale a “casi un año y medio de escolarización”.
Navarra encabeza la tabla del rendimiento en Matemáticas, con 517 puntos, seguida por Castilla y León (509), País Vasco (505) y Madrid (504), mientras que cierran Murcia (462) y Extremadura (461). España saca 484 puntos en conjunto y la OCDE, 494; Países Bajos es el primer país de la UE, con 523 puntos.
Si se trata de la Comprensión lectora, los estudiantes madrileños son los primeros de la lista (511 puntos), por delante de navarros (509), castellanoleoneses (505) y asturianos (504). Por el contrario, murcianos y extremeños también se colocan en las últimas posiciones de Lectura entre comunidades participantes, con 462 y 457 puntos, respectivamente. En este caso, la media española es de 488 puntos y la de la OCDE, 496; el primer país comunitario, Finlandia, consigue 524.
En las Ciencias repiten las mismas comunidades en los primeros puestos, aunque en orden diferente: Castilla y León (519 puntos), Madrid (517), Asturias (517) y Navarra (514); y también en los últimos lugares Extremadura (483) y Murcia (479). Aquí la media española es de 496 puntos, a cinco de distancia de la OCDE (501); Finlandia también aparece en esta ocasión como primer país de la UE, con 545.
Teniendo en cuenta la equidad educativa son Galicia, País Vasco y Cataluña, entre otras, las comunidades que mejores resultados presentan.
Teniendo en cuenta la insuficiencia educativa y/o formativa, son las regiones de la zona norte del país las que presentan mejores resultados y corresponden a aquellas con mejores valores de rendimiento: Navarra, Castilla y León, País Vasco y Comunidad de Madrid.
Según el Instituto Nacional de Estadística en 2009 del total de la población mayor de 16 años, el 18% en las Illes Balears y el 19% en Andalucía y Canarias tenían estudios superiores, mientras que ese porcentaje alcanzaba el 31% en la Comunidad de Madrid, el 29% en Navarra o el 35% en el País Vasco.

Algunas posibles causas:

Ni la riqueza de las regiones, ni los niveles de gasto público o privado que se destina a educación resultan significativos a la hora de explicar las diferencias de resultados entre CCAA. Según PISA, un gran condicionante de estas diferencias es el nivel socio-económico y cultural de los alumnos y de los centros. De hecho, se considera que las diferencias de resultados entre alumnos dependen en un 4% de la comunidad donde se viva y en un 20% del centro en el que se estudie. Es decir, que las mayores distancias se dan dentro de cada centro escolar.
El documento de PISA 2012 afirma que más del 85% del rendimiento desigual en Matemáticas entre las autonomías españolas es atribuible a diferencias socioeconómicas, frente, por ejemplo, al caso de las regiones de Italia, donde es el 47%.
Los centros educativos tienen una gran parte de responsabilidad a la hora de explicar las diferencias de resultados entre CCAA. En un centro escolar es evidente que inciden muchos factores que pueden condicionar estos resultados: la zona donde esté ubicado, el carácter del centro, el alumnado escolarizado, la tasa de inmigración, la tasa de alumnos repetidores, el entorno, etc. A todos estos factores que inciden en estas diferencias, también tenemos que sumarle las políticas autonómicas de educación. Y es que España se divide en sub-sistemas educativos autonómicos, los cuales se adecuan a las necesidades y al contexto más particular de cada autonomía.
Aunque el porcentaje de “responsabilidad” que se otorga a la propia comunidad para la explicación de las diferencias entre CCAA es bajo, podríamos considerar que la tasa de ocupación cualificada y los rendimientos a la educación parecen tener un efecto positivo y estadísticamente significativo. Dada la escasa movilidad inter-regional en el empleo que caracteriza a nuestro país, los estudiantes se crean sus expectativas futuras de empleo en función de su mercado laboral local, es decir, el de su propia región. Las expectativas laborales deben verse afectadas por la composición sectorial del empleo de su región, y estas expectativas pueden determinar en última instancia el rendimiento académico de los estudiantes de diferentes regiones. Esto quiere decir que una comunidad que sea principalmente agraria o industrial tendrá un porcentaje de alumnado con estudios superiores más bajo que otra comunidad cuyo motor sea el sector terciario y de la tecnología. 

Lo más importante que cabe destacar es la existente y creciente diferencia de resultados entre las diferentes comunidades autónomas del país y la necesidad de buscar una explicación y una solución que unifique para bien el sistema educativo. Pero unificarlo no quiere decir dar a todos lo mismo, quiere decir encontrar los fallos y las carencias de aquellas comunidades cuyos resultados sean peores e intentar buscar una solución para unificar los resultados de nuestros alumnos en las pruebas de carácter internacional y como nivel educativo interno. Por lo tanto la solución no radica en establecer unos parámetros únicos e iguales para todos, sino contextualizar el sistema educativo, dotar de autonomía suficiente a cada administración autonómica y local para conseguir reducir las disparidades existentes entre CCAA. Y, así, reducir el año y medio de escolarización existente entre las diferencias de rendimiento entre la mejor y la peor CCAA en educación. 

Sara López García, 22 de febrero de 2014. 

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