ASPECTOS ORGANIZATIVOS
Centros escolares: Finlandia no tiene una gran colección de
estándares educativos nacionales. Tienen pequeñas colecciones de estándares
definidos de forma general y permiten adaptación local al entorno y a los
alumnos. Finlandia es un país en el que los colegios tienen presupuestos
modestos, desarrollan su propio currículum, investigan e implementan nuevas
tecnologías, no tienen una brecha en cuanto a logros y en el que no se deja
ningún niño atrás. Entre centros, las diferencias de regiones (rural-urbano), de nivel socio-económico y
de usuarios de diferentes lenguas son pequeñas
La red de escuelas es muy extensa
por todo el país, hasta en lugares remotos. Sólo el 3% de las escuelas tienen
más de 500 alumnos, el 40% tienen menos de 50.
Los centros y su titularidad: Finlandia está volcada con sus
colegios públicos y por tanto tiene pocos privados (el 95% de los centros son
públicos). En el
sistema de educación en Finlandia, la creación de un colegio privado debe ser
aprobada por el ayuntamiento de la ciudad en la que se abra, y la ley dicta que
sus fondos deben que ser los mismos que en los otros colegios públicos, no
deben cobrar por las clases y deben admitir a estudiantes de una manera no
selectiva. Esto hace que mandar a los niños a una escuela privada no sea
atractivo. Por ello y debido a su
amplio y excelente sistema de educación pública, en Finlandia no hay un mercado privado de educación y
capacitación en los ciclos básicos. En otros niveles y sectores, la
participación del sector privado también es relativamente pequeña en
comparación con otros países occidentales.
El porcentaje de las
instituciones de educación secundaria superior general (bachillerato) y de
formación profesional públicamente financiadas, del 98 y 70 por ciento,
respectivamente. Las instituciones privadas están bajo supervisión pública:
siguen los currículos nacionales y el sistema de calificación confirmado por la
Dirección Nacional Finlandesa de Educación. También reciben el mismo nivel de
financiación pública que las escuelas públicas. La responsabilidad de la
financiación educativa está dividida entre el Estado y las autoridades locales.
En cuanto a la financiación de la educación primaria y secundaria, las
subvenciones estatales cubren el 57% de los costes, mientras que las
contribuciones municipales cubren, en promedio, el 43% restante.
Los fondos que recibe cada centro son proporcionales al nivel de calidad
que estos ofrecen. El gobierno
central solo se encarga de entregar los fondos correspondientes a cada escuela,
y estas, con un funcionamiento individual, crean sus propias reglas de
funcionamiento, logran investigar y adoptar nuevas tecnologías.
Asignación de centro: Las autoridades locales designan una plaza
escolar para cada alumno cerca de su residencia, teniendo, sin embargo, los padres derecho a elegir el colegio que más les guste, no el que les toque por cercanía. Pero, al
final, la realidad es que suelen elegir el colegio que está más cerca de su
casa, porque saben que cualquiera ofrece un altísimo nivel. Lo que está claro
es que ninguna escuela selecciona a su
alumnado, más bien es al revés.
Aunque pueda
parecer que para conseguir estos niveles de educación pasan muchas más horas en
el colegio, no es así. Hay menos horas lectivas que en España. La jornada escolar va desde las 8:30 ó
9:00 am hasta las 3:00 pm con media hora de almuerzo. Las clases se limitan a
45 minutos y se entrecruzan con periodos de descanso de 15 minutos durante los
cuales los alumnos pueden caminar libres por los pasillos, hablar
tranquilamente en las salas de descanso, jugar o utilizar los ordenadores
puestos a su disposición. En total, suman 608 horas lectivas en
primaria, frente a las 875 horas de España.
El
promedio de alumnos por clase es de 23. Las
clases son mixtas, niñas y niños, con diferentes grados de capacidad.
ADMINISTRACIÓN Y FINANCIACIÓN
Subsidio estatal para estudios: Como parte del sistema de seguridad
social, cada estudiante finlandés de nivel de estudios profesionales básicos y
estudios superiores tiene derecho al subsidio estatal para cubrir parte de los
gastos de manutención y viviendo durante los estudios. Este derecho, el de
subsidio, está vinculado a la aprobación de un número predeterminado de
materias por mes.
La administración local juega un papel importante: La política
educativa es responsabilidad del Ministerio de Educación. De hecho la educación
básica y superior está organizada por el Estado. La Dirección Nacional
Finlandesa de Educación coopera con el Ministerio a fin de desarrollar los
objetivos, el contenido y los métodos de enseñanza para la educación primaria,
secundaria y de adultos. Además, cada una de las seis provincias finlandesas
tiene su propio Departamento de Educación y Cultura que se encarga de estos
cometidos. La administración de la
educación a nivel local es responsabilidad de las autoridades locales. De
hecho la prestación de la escolaridad
primaria está a cargo de los 450 municipios en que se divide el país, que
tienen el deber de organizar enseñanza para todos los niños en edad escolar
residentes en su territorio o de ocuparse de que reciban instrucción. Hay que
decir que existe una colaboración intensa entre las autoridades educativas y
las asociaciones de maestros, directores escolares y el resto de la sociedad.
Gasto público en educación: En 2010, el gasto público en educación
representaba el 6,4% del PNB. El gasto per cápita es de 2.100€, y 11.000
millones en total. Este número por sí solo no dice mucho, pero es
menos que la media que los países de la OCDE gastan. La educación en Finlandia optimiza los recursos, no los desperdicia.
Autonomía educativa: Los municipios determinan el grado de
autonomía que se concede a las escuelas. Las escuelas están autorizadas para
impartir servicios educativos de acuerdo con sus propios arreglos
administrativos, con tal de que las funciones básicas determinadas por las
leyes sean respetadas. Por ello, una de las
características más importantes del sistema finés es que cada colegio tiene su propia organización en función de sus necesidades.
Por lo tanto, hay una autonomía en cada centro enorme, que permite que la
educación se centre en las necesidades de los alumnos. Es, por lo tanto, el municipio y luego el profesor el que toma la
decisión sobre lo que se va a hacer, por
lo tanto hay una autonomía enorme que permite que la educación se centre en las
necesidades de los alumnos. Aunque parezca mentira los alumnos
salen muy bien preparados y de manera muy homogénea.
Aunque pueda
parecer algo desorganizado que cada centro tenga autonomía para decidir acerca
de su programa de estudios, no es así. Al darle autonomía y confianza a cada
centro el Gobierno no está pendiente de presentar planes de estudios que se
adapten a su ideología o de cambiar los que ha impuesto el anterior Ejecutivo.
Una
curiosidad: El parlamento finlandés, al igual que el español, tiene muchos
grupos políticos, pero se pide que dos terceras partes estén de acuerdo para
aprobar las leyes de educación, lo que obliga a los dos grandes grupos a pactar
y eso da una estabilidad enorme. De hecho su
ley de educación no se cambia completamente cada cuatro u ocho años.
Evaluación en vez de inspección: No hay ningún sistema de inspección
separado de la escuela, y las visitas de inspección a las escuelas
efectuadas por las autoridades estatales han sido suprimidas. Las actividades
de los municipios están guiadas por la legislación y los currículos nacionales.
El sistema se sustenta en la competencia de los profesores empeñados en cumplir
con los objetivos establecidos en los currículos. Se ha concedido un papel
importante tanto a la autoevaluación como a la evaluación externa.
En 2003, se fundó un Consejo de Evaluación para la Educación y
Capacitación para apoyar al Ministerio de Educación en las funciones de la
evaluación. Tiene la responsabilidad de la planificación, coordinación, gestión
y desarrollo de la evaluación de la educación básica y secundaria superior. Las
escuelas superiores profesionales y las universidades son responsables de la
evaluación de sus propias operaciones y resultados. Al respecto, están
respaldadas por el Consejo de Evaluación de la Educación Superior.
Sara López García, 30 de Abril de 2014.
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