miércoles, 30 de abril de 2014

Características de la educación en Finlandia II: Aspectos Organizativos.

ASPECTOS ORGANIZATIVOS

Centros escolares: Finlandia no tiene una gran colección de estándares educativos nacionales. Tienen pequeñas colecciones de estándares definidos de forma general y permiten adaptación local al entorno y a los alumnos. Finlandia es un país en el que los colegios tienen presupuestos modestos, desarrollan su propio currículum, investigan e implementan nuevas tecnologías, no tienen una brecha en cuanto a logros y en el que no se deja ningún niño atrás. Entre centros, las diferencias de regiones (rural-urbano), de nivel socio-económico y de usuarios de diferentes lenguas son pequeñas
La red de escuelas es muy extensa por todo el país, hasta en lugares remotos. Sólo el 3% de las escuelas tienen más de 500 alumnos, el 40% tienen menos de 50.

Los centros y su titularidad: Finlandia está volcada con sus colegios públicos y por tanto tiene pocos privados (el 95% de los centros son públicos). En el sistema de educación en Finlandia, la creación de un colegio privado debe ser aprobada por el ayuntamiento de la ciudad en la que se abra, y la ley dicta que sus fondos deben que ser los mismos que en los otros colegios públicos, no deben cobrar por las clases y deben admitir a estudiantes de una manera no selectiva. Esto hace que mandar a los niños a una escuela privada no sea atractivo. Por ello y debido a su amplio y excelente sistema de educación pública, en Finlandia no hay un mercado privado de educación y capacitación en los ciclos básicos. En otros niveles y sectores, la participación del sector privado también es relativamente pequeña en comparación con otros países occidentales.
El porcentaje de las instituciones de educación secundaria superior general (bachillerato) y de formación profesional públicamente financiadas, del 98 y 70 por ciento, respectivamente. Las instituciones privadas están bajo supervisión pública: siguen los currículos nacionales y el sistema de calificación confirmado por la Dirección Nacional Finlandesa de Educación. También reciben el mismo nivel de financiación pública que las escuelas públicas. La responsabilidad de la financiación educativa está dividida entre el Estado y las autoridades locales. En cuanto a la financiación de la educación primaria y secundaria, las subvenciones estatales cubren el 57% de los costes, mientras que las contribuciones municipales cubren, en promedio, el 43% restante.
Los fondos que recibe cada centro son proporcionales al nivel de calidad que estos ofrecen. El gobierno central solo se encarga de entregar los fondos correspondientes a cada escuela, y estas, con un funcionamiento individual, crean sus propias reglas de funcionamiento, logran investigar y adoptar nuevas tecnologías.

Asignación de centro: Las autoridades locales designan una plaza escolar para cada alumno cerca de su residencia, teniendo, sin embargo, los padres derecho a elegir el colegio que más les guste, no el que les toque por cercanía. Pero, al final, la realidad es que suelen elegir el colegio que está más cerca de su casa, porque saben que cualquiera ofrece un altísimo nivel. Lo que está claro es que ninguna escuela selecciona a su alumnado, más bien es al revés. 

Organización del centro escolar: El año escolar comprende 190 días, a partir de mediados de agosto hasta el comienzo de junio. Las escuelas funcionan cinco días a la semana, y el mínimo de lecciones semanales varía entre 19 y 30, según el nivel y el número de asignaturas opcionales. Además, hay autonomía local para decidir sobre las vacaciones extraordinarias.
Aunque pueda parecer que para conseguir estos niveles de educación pasan muchas más horas en el colegio, no es así. Hay menos horas lectivas que en España. La jornada escolar va desde las 8:30 ó 9:00 am hasta las 3:00 pm con media hora de almuerzo. Las clases se limitan a 45 minutos y se entrecruzan con periodos de descanso de 15 minutos durante los cuales los alumnos pueden caminar libres por los pasillos, hablar tranquilamente en las salas de descanso, jugar o utilizar los ordenadores puestos a su disposición. En total, suman 608 horas lectivas en primaria, frente a las 875 horas de España.
El promedio de alumnos por clase es de 23. Las clases son mixtas, niñas y niños, con diferentes grados de capacidad.

ADMINISTRACIÓN Y FINANCIACIÓN

Subsidio estatal para estudios: Como parte del sistema de seguridad social, cada estudiante finlandés de nivel de estudios profesionales básicos y estudios superiores tiene derecho al subsidio estatal para cubrir parte de los gastos de manutención y viviendo durante los estudios. Este derecho, el de subsidio, está vinculado a la aprobación de un número predeterminado de materias por mes.

La administración local juega un papel importante: La política educativa es responsabilidad del Ministerio de Educación. De hecho la educación básica y superior está organizada por el Estado. La Dirección Nacional Finlandesa de Educación coopera con el Ministerio a fin de desarrollar los objetivos, el contenido y los métodos de enseñanza para la educación primaria, secundaria y de adultos. Además, cada una de las seis provincias finlandesas tiene su propio Departamento de Educación y Cultura que se encarga de estos cometidos. La administración de la educación a nivel local es responsabilidad de las autoridades locales. De hecho la prestación de la escolaridad primaria está a cargo de los 450 municipios en que se divide el país, que tienen el deber de organizar enseñanza para todos los niños en edad escolar residentes en su territorio o de ocuparse de que reciban instrucción. Hay que decir que existe una colaboración intensa entre las autoridades educativas y las asociaciones de maestros, directores escolares y el resto de la sociedad.

Gasto público en educación: En 2010, el gasto público en educación representaba el 6,4% del PNB. El gasto per cápita es de 2.100€, y 11.000 millones en total. Este número por sí solo no dice mucho, pero es menos que la media que los países de la OCDE gastan. La educación en Finlandia optimiza los recursos, no los desperdicia.

Autonomía educativa: Los municipios determinan el grado de autonomía que se concede a las escuelas. Las escuelas están autorizadas para impartir servicios educativos de acuerdo con sus propios arreglos administrativos, con tal de que las funciones básicas determinadas por las leyes sean respetadas. Por ello, una de las características más importantes del sistema finés es que cada colegio tiene su propia organización en función de sus necesidades. Por lo tanto, hay una autonomía en cada centro enorme, que permite que la educación se centre en las necesidades de los alumnos. Es, por lo tanto, el municipio y luego el profesor el que toma la decisión sobre lo que se va a hacer, por lo tanto hay una autonomía enorme que permite que la educación se centre en las necesidades de los alumnos. Aunque parezca mentira los alumnos salen muy bien preparados y de manera muy homogénea.
Aunque pueda parecer algo desorganizado que cada centro tenga autonomía para decidir acerca de su programa de estudios, no es así. Al darle autonomía y confianza a cada centro el Gobierno no está pendiente de presentar planes de estudios que se adapten a su ideología o de cambiar los que ha impuesto el anterior Ejecutivo.
Una curiosidad: El parlamento finlandés, al igual que el español, tiene muchos grupos políticos, pero se pide que dos terceras partes estén de acuerdo para aprobar las leyes de educación, lo que obliga a los dos grandes grupos a pactar y eso da una estabilidad enorme. De hecho su ley de educación no se cambia completamente cada cuatro u ocho años.

Evaluación en vez de inspección: No hay ningún sistema de inspección separado de la escuela, y las visitas de inspección a las escuelas efectuadas por las autoridades estatales han sido suprimidas. Las actividades de los municipios están guiadas por la legislación y los currículos nacionales. El sistema se sustenta en la competencia de los profesores empeñados en cumplir con los objetivos establecidos en los currículos. Se ha concedido un papel importante tanto a la autoevaluación como a la evaluación externa.

En 2003, se fundó un Consejo de Evaluación para la Educación y Capacitación para apoyar al Ministerio de Educación en las funciones de la evaluación. Tiene la responsabilidad de la planificación, coordinación, gestión y desarrollo de la evaluación de la educación básica y secundaria superior. Las escuelas superiores profesionales y las universidades son responsables de la evaluación de sus propias operaciones y resultados. Al respecto, están respaldadas por el Consejo de Evaluación de la Educación Superior.

Sara López García, 30 de Abril de 2014.

No hay comentarios:

Publicar un comentario