miércoles, 30 de abril de 2014

Características de la Educación en Finlandia III: Profesorado.

Este colectivo ocupa una posición clave en el éxito de la educación finlandesa, de hecho se considera la piedra angular del sistema educativo finlandés. Todos los profesionales de la educación están formados por las universidades y tienen una preparación pedagógica. 

Formación:

Para ser maestro se necesita una calificación de más de un 9 sobre 10 en sus promedios de bachillerato y de selectividad y se requiere, además, una gran dosis de sensibilidad social (se valora su participación en actividades sociales, voluntariado, etc.). Cada universidad escoge después a sus aspirantes a profesores con una entrevista para valorar su capacidad de comunicación y de empatía, un resumen de la lectura de un libro, una explicación de un tema ante una clase, una demostración de aptitudes artísticas, una prueba de matemáticas y otra de aptitudes tecnológicas.
El profesorado de la pre-primaria (niños de 1-6 años de edad) tiene una cualificación “Bachelor of Arts in Education” por la Facultad de Educación. En el aula hay un profesor por grupo además de otra persona con calificaciones profesionales relevantes del nivel secundario superior.
El profesorado de la primaria (niños de 7 a 12 años) tiene una cualificación “Master of Arts in Education” (Maestría en pedagogía) por la Facultad de Educación. Los profesores de los seis primeros grados de educación básica normalmente son profesores generalistas. 
El profesorado de la secundaria (13-16 años) tiene una cualificación de “Master of (asignatura)” con una cantidad definida de estudios en las asignaturas enseñadas (dependiente del nivel; secundaria o bachillerato) además de una formación en estudios pedagógicos. El profesorado es especialista en la asignatura de la cual tiene una cualificación e imparte única y exclusivamente clases sobre aquella materia.
El profesorado de la educación superior tiene una cualificación que depende de las escuelas, pero generalmente suele ser de Maestría/Doctor.

La labor del profesor es muy respetada habiendo un alto nivel de competición entre los candidatos a acceder a dichos estudios, ya que para ser maestro en Finlandia la nota de corte en la Universidad es superior a 9 sobre 10. La profesión de maestro es tan solicitada que menos de un 10% de los estudiantes que lo solicitan son aceptados. La formación del profesorado es muy estricta, ya que deben cursar tres años de licenciatura en pedagogía y dos años más en una maestría, lo cual no es un pase directo a las aulas de clase, ya que antes deben presentar una prueba para su selección en la que, por ejemplo, en 2011 de 1.600 solicitudes para ser profesores solo 160 personas lograron acreditarse. Por lo tanto, sólo los mejores llegan a conseguir una plaza de profesor.
Selección del profesorado por centros: En Finlandia no existe un sistema de oposiciones como el español. Allí cada municipio contrata al director del centro y éste contrata a los profesores. Esto permite que cada centro pueda crear los mejores equipos de trabajo y buscar a los profesores que mejor encajen en su proyecto educativo real. Cuando acaban su formación, los maestros se someten a procesos de formación abiertos, se anuncian vacantes y se seleccionan candidatos. Cada administración educativa es responsable de contratar a su profesorado. El objetivo de este procedimiento no es otro que seleccionar a aquellos profesores que estén mejor cualificados para cada puesto en particular. Y si un profesor no realiza su trabajo de forma satisfactoria, pueden cambiarlo por otro. La escuela pública en Finlandia es diferente, es como si cada una fuera de gestión privada.

Libertad curricular: El elevado nivel de educación de los maestros les permite planificar su propio trabajo y elegir independientemente sus métodos de enseñanza. El sistema escolar finlandés está basado en una cultura de la confianza y la ausencia de controles, y los maestros tienen un papel activo en el desarrollo de su propio trabajo. Por medio de este trabajo proporcionan un ejemplo de aprendizaje permanente. Es por ello, que los profesores pueden adaptar las lecciones como crean más conveniente para preparar a sus alumnos de forma correcta para los estándares nacionales. Además los profesores son raramente evaluados, no hay test y no hay inspectores. También hay que decir que la formación inicial que reciben los maestros garantiza la homogeneidad de la enseñanza en todo el país.
Salarios: Los profesores son pagados con el dinero que el Estado destina a cada colegio, que depende del número de alumnos que es capaz de atraer. Luego, cada centro organiza su presupuesto como estime conveniente. En realidad, la diferencia con lo que cobran los maestros en nuestro país no es muy grande. De acuerdo a los datos de la OCDE, el sueldo medio anual en paridad de poder adquisitivo para un profesor español era en 2010 de 41.339 dólares, frente a los 37,886 dólares de los finlandeses. Lo que sí cambia son los incentivos, tanto monetarios como de reconocimiento social y la forma en la que se premia a los buenos maestros.
Los profesores trabajan 190 días al año, cuentan con un sindicato fuerte, y cuentan no sólo con el respeto de la sociedad sino también con su protección: en Finlandia pegarle a un profesor es igual que pegarle a un policía

Formación permanente: Los colegios finlandeses buscan motivar a sus docentes, que están muy preocupados por mantenerse al día con los cambios de la sociedad y de su profesión. Esto no se consigue en un régimen de obligación sino mediante la negociación, el diálogo y un correcto sistema de incentivos.


Respeto: Otra característica de este sistema es que la figura del profesor es muy respetada dentro de la sociedad finlandesa. Es una de las profesiones mejor consideradas del país y se preocupan de que continúe siendo así.
La educación en Finlandia está basada en la confianza: La comunidad confía en los colegios, la población confía en los profesores y estos confían en los alumnos. 

Sara López García, 30 de Abril de 2014.

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