sábado, 9 de mayo de 2015

Historia del sistema educativo Inglaterra

El sistema educativo de Inglaterra es considerado un sistema revolucionario en el que se han apoyado muchos de los actuales sistemas educativos actuales de gran parte de occidente.

En Inglaterra existe, como si de un país se tratara, una larga trayectoria que nos permite entender la situación actual de la educación. A continuación, vamos a analizar cómo ha llegado este sistema educativo a ser el que actualmente es.

Antes de la Revolución Industrial:

La historia de la educación en Inglaterra se remonta a la ocupación anglosajona, o incluso a la ocupación romana. Durante la Edad Media, se establecieron escuelas para enseñar gramática del latín. Se establecieron dos universidades: La Universidad de Oxford, seguida de la Universidad de Cambridge.
Las escuelas Independientes tienen una larga historia en Inglaterra, algunas incluso se establecieron antes del siglo X. La más antigua es la King’s School (Canterbury) que fue fundada en 597. Muchas de estas escuelas independientes fueron fundadas desde organizaciones de la caridad, las cuales fueron más tarde renombradas como “escuelas públicas”, dando a entender que estaban abiertas a todo el mundo sin importar las creencias religiosas.
Durante el reino de Eduardo VI se reformó el sistema  estableciendo escuelas de gramática gratuitas. Esta nueva reforma permitió que se generalizara la educación gratuita para aquellos que no se la podían permitir hasta entonces.

Revolución industrial:

La revolución industrial de Inglaterra comenzó en la segunda mitad del siglo XVIII, exacerbando los problemas de una sociedad dividida entre aquellos con tierra, capital y/o profesión y aquellos sin riquezas, posesiones ni privilegios.
Quizás la primera señal de que el Estado estaba empezando a reconocer alguna responsabilidad por las condiciones en las que los pobres, en particular los niños pobres, vivían, fue aprobada una Ley en 1802 por la cual se requería que un empleador proporcionara instrucción en lectura, escritura y aritmética, al menos durante los cuatro primeros años de los siete años de aprendizaje a los cuales se veían obligados los trabajadores.
Junto a la agitación de la industrialización, el proceso de democratización se puso en marcha con la Representación de la Ley de 1832, que dio a un millón de personas el derecho al voto. Esta transformación social, política y económica sirvió para revelar la insuficiencia absoluta de la oferta educativa de Inglaterra.

1833: En Agosto de este año y, por primera vez en Inglaterra, el Parlamento votó que se destinara una cantidad concreta de dinero cada año para la construcción de escuelas para niños sin recursos.

1837: Se creó la Asociación de las Escuelas Públicas de Lancashire cuya propuesta se basa en que las escuelas no confesionales deben financiarse con impuestos locales. Este mismo año se presentó un proyecto de ley para la educación pública.

1839: Las subvenciones del gobierno para la construcción y mantenimiento de escuelas fueron delegadas a las organizaciones de voluntariado.

1840: La Ley de Escuelas de Gramática amplió el plan de estudios de la escuela secundaria de estudios clásicos para incluir la ciencia y la literatura. Por este año, más del 95% de niños en edad de primaria ya estaban matriculados en escuelas. 

1870: Se aprobó la Ley de Educación Primaria Forster, la cual requería el establecimiento de escuelas primarias no confesionales a nivel nacional y contemplaba que el Estado debía proporcionar a la educación elemental la financiación necesaria. Además, la Ley pretendía que la asistencia obligatoria a la escuela fuera total entre las edades de 5 y 10 años, a excepción de enfermedad, lejanía del hogar y trabajo. Para las familias más pobres, asegurar que sus hijos fueran a la escuela les resultaba difícil, ya que para ellos era más tentador enviarlos a trabajar para disponer de ingresos extra. Para garantizar la asistencia había unos oficiales de asistencia, los cuales visitaban a menudo las casas de los niños que no podían asistir a la escuela. Además, estos padres “pobres” podían quedar exentos del pago de las tasas escolares, que rondaban los 10 peniques.

1891: La enseñanza elemental se convirtió en gratuita.

1893: Se elevó la edad de asistencia escolar obligatoria hasta los 13 años de edad. Además, se extendió la educación obligatoria para los niños con deficiencias visuales y auditivas y se previó la creación de escuelas especiales.

1900: Se reconocieron las “High School”, escuelas que proporcionaban educación hasta los 15 años de edad.

1902: La Ley de Balfour, una ley conservadora muy controvertida, hizo cambios radicales en el sistema educativo de Inglaterra. Se puso fin a la división entre las escuelas, se establecieron autoridades locales de educación (fijaron las tasas de impuestos locales) y las juntas escolares fueron disueltas. Algunos historiadores argumentan que la Ley fue un desastre político a corto plazo por parte del Partido Conservador, ya que indignó a los metodistas, bautistas y otros inconformes. Sin embargo, a largo plazo fue todo un éxito ya que supuso un crecimiento de las escuelas, se mejoró la financiación de éstas a través de tasas (impuestos locales), etc. Los liberales intentaron derogar esta ley en 1906 (cuando llegaron al poder) pero les fue imposible porque la derogación quedó totalmente bloqueada por la Cámara de los Lores. Este hecho supuso una importante confrontación constitucional.

1914-1918: Durante la Primera Guerra Mundial la educación no se descuidó en absoluto y fue un elemento importante en el programa de reconstrucción de la posguerra. El Comité Consultivo del gobierno produjo un programa de becas para la educación superior en 1916, el cual fue suspendido en 1920. En 1917 se realizó el Informe Lewis que propuso una escolaridad obligatoria hasta los 14 años sin exenciones, seguidos de una asistencia mínima de 8 horas a la semana o 320 horas al año. Por desgracia, el creciente gasto público obligó al gobierno a aplicar severos recortes en la década de 1920.

1918 – 1939: El periodo entre guerras fue como un periodo de consolidación y preparación en educación. La Ley de educación Fisher de 1921 (fue aprobada en 1918 pero hasta 1921 no se puso en práctica) consolidó toda la legislación educativa anterior y aprobó la escolaridad obligatoria hasta los 14 años. Esta ley también incluyó la provisión de la educación obligatoria a tiempo parcial para todos los jóvenes de entre 14 y 18 años. Además, también se generó un gran debate acerca de la naturaleza de la educación primaria provocado por el creciente interés en las obras de Dewey, Montessori y Edmond Holmes, y los libros de Susan Isaacs en el desarrollo intelectual y social de los niños. El Consejo de Educación, sorprendentemente, llegó a algunas ideas bastante modernas.

1936: La Ley de Educación aprobada el 31 de julio de este año incrementó la edad escolar obligatoria a los 15 años.

1939 – 1945: La Segunda Guerra Mundial, que comenzó en septiembre de 1939, tuvo efectos graves tanto en los niños del país como en su educación como consecuencia de evacuaciones, destierros, muertes y prácticas irregulares, entre otras. Cuando la guerra llegó a su fin en 1945 hubo muchas críticas por el retraso en la puesta en marcha de los servicios médicos y de alimentación escolar para el retorno de los evacuados. Por otro lado, se aprobó una nueva Ley de Educación, la cual definía la división moderna entre la educación primaria y secundaria a los 11 años de edad. Además, estableció el Sistema Tripartito, que estaba formado por las escuelas secundarias, escuelas modernas secundarias y escuelas técnicas secundarias. Este sistema se convirtió en polémica en los años de la posguerra, ya que los críticos lo condenaron por ser elitista y los defensores afirmaron que las escuelas de gramática permitían a los alumnos obtener una buena educación a través del mérito en vez de a través de los ingresos familiares. Al fin y al cabo, la ideología de este proyecto quedaba recogida en la expresión “igualdad de oportunidades educativas” y pretendía satisfacer la demanda social de igualdad de acceso a la educación. Esta Ley debería haberse puesto en vigor a partir de septiembre de 1939, pero no se llevó a cabo debido a los efectos de la II Guerra Mundial. Finalmente fue ejecutada a partir de abril de 1947.

1950: Se introdujo un sistema que proporcionaba a los jóvenes una alternativa a la educación a tiempo completo posterior a los 16/18 años, mediante la cual se podían obtener títulos académicos.

1951: Se introdujeron los Certificados Generales de Educación (General Certificate of Education . GCE) O-levels y A-levels, reemplazando los School Certificate y Higher School Certificate. Algunas autoridades educativas establecieron sus propios exámenes para jóvenes que no querían realizar el GCE.  

1960: El gobierno laborista introdujo en los años 60 una política a nivel nacional para la introducción de la escuela comprensiva. Previo a esta política, los alumnos realizaban un examen de selección a los 11 años a partir de cuyo resultado o seguían sus estudios en “Grammar Schools” (proporcionaban una educación esencialmente académica) o acudía a escuelas técnicas o “Secondary modern schools” (se centraban en asignaturas prácticas). Pues bien, la nueva ley eliminó ese examen selectivo y puso en marcha una reorganización, basada en escuelas comprensivas a las que asistirían niños de todo tipo de capacidades y aptitudes. Más adelante, los conservadores modificaron esta política permitiendo que aquellas regiones que lo desearan pudieran seguir haciendo selección de su alumnado.

1965: Se introdujo el Certificado de Educación Secundaria (Certificate of Secondary Education, CSE) para aquellos alumnos que no alcanzaban el O-levels.

1967: La publicación del “Plowden Report” en este mismo año, fue el pistoletazo de salida de una serie de cambios significativos que afectaron a la estructura de la educación primaria. Algunos de estos cambios fueron: La introducción del Currículum Nacional, la financiación local de las escuelas, la introducción de diferentes tipos de escuelas, la introducción del derecho a la educación gratuita a tiempo partido para los niños de 3 y 4 años, así como la reducción de la edad para iniciar la escolaridad (de los 5 a los 4 años).

1970: Durante los años 70 se produjo un debate sobre la reforma del currículo y existía un consenso general de que era deseable de alguna forma establecer un currículo común.

1973: La enseñanza obligatoria se alargó hasta los dieciséis años, edad con la que se podía abandonar la educación.

1979: Tras las elecciones generales de 1979, el Partido Conservador recuperó el poder de Margaret Tratcher. En el primer periodo se hicieron dos cambios fundamentales: Se amplió la formación profesional para reducir el elevado desempleo juvenil y se aprobaron plazas asistidas para que los niños con altas capacidades que no podían permitirse el lujo  de ir a escuelas de pago pudieran tener plazas gratuitas en las escuelas ordinarias.

1980: Durante esta década surge la necesidad de una reforma curricular. Para muchas escuelas, la comprensividad significaba ofrecer un currículo académico y práctico a la vez, prestando poca atención a la coherencia del conjunto. En las escuelas el director era el responsable de decidir las asignaturas que se iban a estudiar, algunas veces, siguiendo las indicaciones de las autoridades educativas locales. Existía un programa nacional de estudio, el cual solo contemplaba como asignatura obligatoria la religión.

1988: Durante este año se aprobó la Ley de Reforma Educativa, la cual introdujo cambios considerables en el sistema educativo. El objetivo de esta nueva Ley era crear una especie de “mercado” educativo, donde las escuelas pudieran competir por los alumnos a base de la optimización del rendimiento de los centros educativos. Es decir, que las escuelas que tenían mejor rendimiento podían escoger a los mejores alumnos y a la inversa sucedía con las escuelas con peor rendimiento.  Además, esta Ley de Reforma Educativa introdujo un Currículo Nacional que prescribía ciertas asignaturas y programas de estudio obligatorios, pruebas de evaluación estándar de carácter nacional en las etapas clave (7, 11, 14 y 16 años), establecimiento de rankings entre escuelas, un incremento de la financiación de los centros docentes, la libre elección por parte de los padres de la escuela a la que quieren llevar a sus hijos, entre otras.
Tras algunas modificaciones, el Currículo Nacional ha continuado. Existe un consenso acerca de un currículo común, sobre todo para las edades de 5 a 14 años, aunque se ha reconocido la necesidad de adaptar mejor los programas a las necesidades individuales del alumnado. En el tramo de los 14 a los 16 años no existe el mismo consenso porque es considerado inflexible y poco orientado a la elección de programas con vistas a futuras aspiraciones profesionales de los alumnos y aptitudes personales que mantengan su motivación.

1990: Fue a partir de este año cuando se vislumbró la necesidad de modificar el concepto de escuela comprensiva e introducir una mayor flexibilidad en el currículo, particularmente en el tramo de los 14 a los 16 años. Se planteó la reducción de las asignaturas del currículo obligatorio y la opción de flexibilizarse más en función de las necesidades individuales de un alumno y creando escuelas especialistas. Además, se crearon itinerarios con materias de formación profesional que se adecuaran a los intereses y aptitudes de los alumnos.

1996: Es durante este año que se aprueba una nueva Ley educativa en la que se obligaba a los padres a asegurar una educación a tiempo completo para sus hijos, ya fuera en la escuela o “de otra manera”. Es en este momento que se formalizó la educación en casa. También, se creó el General National Vocational Qulifications (GNVQs) para ofrecer una alternativa más basada en el ámbito profesional (más concretamente en el mundo laboral) para aquellos alumnos que no se decantaban por la alternativa académica.  

1997 – 2010: En 1997 el Partido laborista volvió al poder bajo el lema “Educación, educación, educación”. Ganar las elecciones significó el cambio de muchas de las reformas introducidas por los conservadores. Uno de los cambios más significativos fue la supresión del enfoque del Trabajo sobre el sistema integral educativo por un enfoque más focalizado en la adaptación de la educación a la capacidad de cada niño. Además, se eliminaron algunas de las pruebas estandarizadas de evaluación del alumnado y la potestad de las escuelas de escoger a su alumnado. También se introdujo “The National Literacy Strategy”, estrategia que prometió incrementar los estándares literarios y hacer de los alumnos ingleses más competitivos. Pero no todo fueron cambios, la política de los laboristas amplió la que los conservadores habían iniciado para la creación de escuelas especializadas. Estas escuelas enseñan las asignaturas que prescribe el Currículo más otras de conocimiento especializado. Además, se establecieron unos objetivos claros para combatir el absentismo escolar, una ratio de 30 alumnos de 5-7 años de edad por profesor y se introdujo la EMA (Education Maintenance Allowance) que pagaba a chicos y chicas de entre 16 y 18 años un incentivo para permanecer en la educación a tiempo completo hasta obtener la formación académica básica.

1998: Durante este año se establece el programa de Escuelas Beacon cuyo objetivo era identificar escuelas de alto rendimiento con el fin de ayudarles a formar alianzas con las demás y proporcionarles ejemplos de prácticas eficaces para otros centros docentes. Este programa fue sustituido y perfeccionado en 2005 por el programa “Leading Edge Partnership” (para escuelas de secundaria) y Primary Strategy Learning Network (para escuelas de primaria).

2000: Se introdujo una medida para motivar al profesorado que consistía en un incremento del salario en función del cumplimiento de un conjunto de estándares, incluyendo el nivel de rendimiento de sus alumnos. Estos cambios salariales relacionados con el rendimiento ha sido motivo de mucha controversia y muchos sindicatos de enseñanza se opusieron desde el primer momento. Tanto es así, que la Unión Nacional de Educadores desafió al gobierno mediante vía contenciosa.

2002: Fue en este año cuando la normativa sobre las escuelas especializadas se modificó permitiéndoles poder ampliar a otras áreas del conocimiento. Se extendieron, por lo tanto, los “language colleges”, “sport colleges” y “art colleges”.

2003: Se publicó el Libro Verde titulado “Every Child Matters”, el cual se basó en los planes para fortalecer los servicios infantiles existentes y se centró en tres áreas clave del aprendizaje: aumentar el apoyo a las familias y tutores como la influencia más importante en la vida de los niños, garantizar una correcta intervención a edades tempranas para evitar el abandono escolar y asegurar que las personas que trabajan con los niños sean valorados, recompensados y estén capacitados para el desempeño de sus funciones.  Un año más tarde, en 2004, se aprobó la Ley de la Infancia, la cual proporcionó la columna vertebral legislativa para el desarrollo de servicios más eficaces y accesibles enfocados en las necesidades de los niños, los jóvenes y las familias.

2007: El secretario de educación de Inglaterra, Alan Johnson, anunció planes para extender la edad de la educación secundaria en Inglaterra hasta los 18 años en 2013. Esta propuesta está focalizada a disminuir los puestos de trabajo no cualificados y la necesidad de que los jóvenes deben prepararse para el empleo que la sociedad actual demanda.

2010: La Ley de Academias de 2010, uno de los primeros proyectos de ley presentados por la coalición del gobierno Conservador con el Liberal Demócrata, permitieron que escuelas financiadas con fondos públicos en Inglaterra se convirtieran en academias, siendo financiadas con fondos públicos pero con un gran aumento del grado de autonomía en cuestiones tales como la fijación de salarios de los docentes o divergencias del currículo nacional.

2011: La Ley de Educación aprobada este año cambió muchas áreas de la política educativa de Inglaterra, incluyendo el poder de personal de la escuela para disciplinar a los estudiantes, la forma en la que se supervisan los nuevos docentes, la regulación de las cualificaciones, la entidad local como administradora de las escuelas y academias, la prestación en educación para mayores de 16 años, el aprendizaje profesional, entre otras. Además, se abolió el Consejo de Enseñanza General de Inglaterra, la Agencia de Desarrollo y la Agencia de Formación y Desarrollo de Cualificaciones y Currículum para escuelas y otros organismos.

Como hemos podido ver en esta entrada, la escuela comprensiva ha evolucionado a lo largo de 30 años, desarrollando un currículo más adaptado para cubrir las necesidades individuales y alejarse de la idea de que un modelo vale para todos.

Al mismo tiempo, ha mantenido los principios de no tener exámenes competitivos para acceder a la educación secundaria y de cubrir las necesidades de la comunidad.


Es interesante ver cómo, a pesar de sus diferencias, los sistemas educativos evolucionan en direcciones similares. La LOMCE que ha entrado en vigor en España durante el curso escolar 2014-2015 se asemeja, aparentemente, a muchas de las medidas que en su día los conservadores aprobaron en Inglaterra. En entradas posteriores profundizaremos más en esta cuestión.

Sara López García, 9 de Mayo de 2015.

Historia del sistema educativo de Reino Unido

Es evidente que los sistemas educativos modernos nacen, en gran parte, gracias a la revolución industrial. Y, siendo Reino Unido el país pionero de la revolución industrial, es obvio que ha de serlo en los primeros pasos que han llevado a lo que entendemos hoy por educación moderna.

Las reformas son intrínsecas y absolutamente necesarias para poder adaptar los sistemas educativos a las necesidades de la sociedad y de los individuos. Si bien la tradición reformista no es igual en todos los países, no cabe duda de que la sociedad actual exige una gran flexibilidad, por lo que la mayoría de los países de nuestro entorno está actualmente en procesos de reformas de sus sistemas.

Hacer un análisis de la historia del sistema educativo de Reino Unido sería muy generalista y superficial. Si queremos indagar más sobre a educación en este país debemos hacer un análisis más exhaustivo y realista de cada uno de los sistemas educativos que componen la educación global de este país: el inglés, escocés, galés e irlandés. Es por ello, que en las próximas entradas haremos un análisis exhaustivo y detallado de la historia de la educación de las cuatro naciones constitutivas del Reino Unido.

Por extensión geográfica y demográfica, nuestra siguiente entrada estará dirigida a analizar la historia del sistema educativo de Inglaterra. A éste le seguirá el de Escocia, Gales y, finalmente, el de Irlanda del Norte.  


Al finalizar este exhaustivo análisis podremos vislumbrar diferencias significativas en los caminos que han seguido estos cuatro sistemas educativos que, a la vez, conforman uno solo. Pero, también y como es normal, veremos muchas similitudes entre ellos. 

Sara López García, 9 de mayo de 2015.

sábado, 14 de febrero de 2015

Sistema educativo de Reino Unido.

Desde hace unos meses, y por segunda vez en mi vida, resido en otro país ajeno al mío, en Reino Unido. Más concretamente, me hallo al norte, en la verde, lluviosa y fría Escocia. En su capital, esa bellísima ciudad que alberga miles de estudiantes de todas las etnias posibles y que enamora con los encantos que te encuentras a casa paso que das, Edimburgo. Esto justifica, merecidamente, que el siguiente sistema educativo a analizar sea el de Reino Unido.

El Reino Unido, denominado oficialmente Reino de Gran Bretaña e Irlanda del norte, es un país soberano e insular, miembro de la Unión Europea, ubicado al noroeste de la Europa Continental. Su territorio está formado geográficamente por la isla de Gran Bretaña, el noreste de la Isla de Irlanda y pequeñas islas adyacentes.
El Reino Unido es un Estado unitario comprendido por cuatro naciones constitutivas: Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte. Es gobernado mediante un sistema parlamentario con sede de gobierno y capitalidad en Londres, pero con tres administraciones nacionales descentralizadas en Edimburgo, Cardiff y Belfast, las capitales de Escocia, Gales e Irlanda del Norte, respectivamente. Es una monarquía parlamentaria siendo Isabel II la jefa de Estado.
Es un país desarrollado que por su volumen neto de producto interno bruto es así la sexta economía mundial y la tercera más grande de Europa. Fue el primer país industrializado del mundo y la principal potencia mundial durante el siglo XIX y el comienzo del siglo XX, pero el costo económico de las dos guerras mundiales y el declive de su imperio en la segunda parte del siglo XX disminuyeron su papel en las relaciones internacionales. Sin embargo, aún mantiene una significativa influencia económica, cultural, militar y política y es una potencia nuclear.  Es un Estado miembro de la Unión Europea, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con derecho a veto, miembro del G8, el G-20, la OTAN, la OCDE, la UKUSA, la Mancomunidad de Naciones y la Common Travel Area.
Pese a ser un Estado miembro de la Unión Europea, Reino Unido no se encuentra dentro de la zona Euro, puesto que su moneda oficial es la Libra esterlina.
El Reino Unido no tiene un idioma oficial, pero el más predominante es el inglés, una lengua germánica occidental que desciende del anglosajón, que cuenta con un gran número de préstamos del nórdico antiguo, del francés normando y del latín.
El escocés, una lengua que desciende del inglés medio hablado en el noreste de Inglaterra, es reconocido a nivel europeo. También hay cuatro lenguas celtas en uso: el galés, el irlandés, el gaélico escocés y el córnico. Está aumentando el número de escuelas que enseñan galés, gaélico escocés e irlandés.
Generalmente, es obligatorio para los alumnos británicos estudiar un segundo idioma en algún momento de su trayectoria escolar. El francés y el alemán son los dos idiomas más estudiados en Inglaterra y Escocia, aunque el español cada vez va cogiendo más adeptos. En Gales, todos los alumnos de 16 años deben haber aprendido el galés como segunda lengua.
Por lo que a la religión de refiere, el cristianismo es la religión con más seguidores, seguida por el Islam, el hinduismo, el sijismo y el judaísmo.

Cuando analizamos un sistema educativo como el de Reino Unido, nos encontramos con una malla educativa compleja. Me vais a entender enseguida.
La educación en el Reino Unido es una cuestión descentralizada, ya que cada país constituyente tiene su propio sistema de educación. La educación en Inglaterra es responsabilidad de la Secretaría de Estado para los Niños, Escuelas y Familias, aunque la administración y financiación de las escuelas estatales corresponden a las autoridades locales. La universalidad en la educación en Inglaterra y Gales fue introducida en 1870 para la educación primaria y en 1900 para la educación secundaria. Actualmente, la educación es obligatoria de los cinco a los dieciséis años de edad. La mayoría de los niños son educados en escuelas del sector estatal, solo una pequeña porción estudia en escuelas especiales, principalmente por motivos de habilidades académicas. A pesar de esto, el número de alumnos educados en escuelas no estatales se ha visto aumentado en un 7% en los últimos años. Algunas escuelas del Estado tienen permitido seleccionar a los alumnos de acuerdo a su inteligencia y habilidad académica. Inglaterra tiene algunas de las mejores universidades a nivel internacional, la Universidad de Cambridge, la Universidad de Oxford, el Imperial College London y la University College de Londres están clasificadas dentro de las diez mejores del mundo. Según el TIMSS, los alumnos en Inglaterra son los séptimos mejores en matemáticas y los sextos en ciencias. Los resultados sitúan a los alumnos ingleses por delante de otros países europeos, incluyendo Alemania y los países escandinavos.
La educación en Escocia es responsabilidad de la Secretaria de Educación y Aprendizaje, con la administración y financiación de las escuelas estatales a cargo de las autoridades locales. Dos organismos públicos no departamentales tienen un papel clave en la educación escocesa: la Autoridad Escocesa de Calificaciones y Aprendizaje y Enseñanza de Escocia. La educación se volvió obligatoria en Escocia en 1496. La proporción de niños que asisten a escuelas privadas es apenas del 4%, aunque ha ido aumentando lentamente en los últimos años. Los estudiantes escoceses que asisten a universidades de Escocia no pagan colegiaturas ni los cursos para realizar algún posgrado, ya que todas estas cuotas fueron abolidas en 2001.
La educación en Irlanda del Norte es administrada por el Ministerio de Educación y el Ministerio de Empleo y Aprendizaje, aunque a nivel local es responsabilidad de cinco juntas de educación, que cubren áreas geográficas determinadas. El Consejo para el Plan de Estudios, Exámenes y Evaluaciones (CCEA) es el organismo encargado de asesorar al gobierno sobre lo que debe enseñarse en las escuelas norirlandesas, el seguimiento de normas y la adjudicación de títulos.
La Asamblea Nacional de Gales tiene la responsabilidad de la educación en este país. Un número significativo de estudiantes galeses aprende, ya sea totalmente o en gran medida, en el idioma galés: las lecciones en galés son obligatorias para todos los alumnos hasta la edad de 16 años. Hay planes para aumentar el número de escuelas de educación media que imparten clases en galés, como parte de la política para lograr un Gales totalmente bilingüe.

Como habéis podido comprobar, analizar el sistema educativo de Reino Unido es una ardua tarea, porque significa analizar 4 subsistemas educativos con características similares y con una historia a las espaldas que los diferencia.

A continuación nos centraremos en el análisis de la historia de cada uno de los sistemas, de su estructura, de sus características y, finalmente, realizaremos una comparativa de los 4 subsistemas y nuestro sistema educativo, el español. 

Sara López García, 14 de febrero de 2015.

sábado, 31 de enero de 2015

Comparación entre el sistema educativo de Singapur y el de España.

Antes de iniciar una comparación entre ambos sistemas, tenemos que tener en cuenta que estamos comparando sistemas educativos de países muy diferentes. Generalmente, se puede hacer una gran distinción entre la manera de concebir la educación dentro y fuera de Europa. Es por esto, que vamos a analizar a grandes rasgos las principales diferencias en la manera que tienen los países europeos y los no-europeos de concebir la educación.

Según un estudio sobre la Comparación de Sistemas Educativos a nivel Internacional realizado por el Centro de Investigación en la primera infancia (Center for Research in Early Childhood – CREC), si analizamos los patrones y las asociaciones entre los indicadores y los resultados de PISA, los países europeos presentan en su mayoría:
Una proporción superior de profesores por número de alumnos.
Unos niveles altos de formación y cualificación.
Unos niveles altos de regulación de la escolaridad.
Más lineamientos curriculares nacionales para preescolar.
Una estrategia de gobierno más fuerte y una inversión más elevada en preescolar.

Sin embargo, los países no europeos muestran en su mayoría diferentes patrones a los de los países europeos:
Una proporción inferior de profesores por número de alumnos.
Unos niveles relativamente bajos de formación y cualificación.
Unos niveles más bajos en cuanto a la regulación de la escolaridad.
Lineamientos más bajos en cuanto al currículum nacional para preescolar.
Baja participación del gobierno en la estrategia y la inversión en preescolar.

Quizás esta comparación es muy generalista, ya que ciertas características no se le pueden atribuir al a todos los sistemas educativos de países no europeos. Aún y así, hay que tener claro que la manera de concebir la educación es consistentemente diferente. 

Más concretamente, para poder comparar los sistemas educativos de Singapur y España, necesitaremos saber cuáles son las fortalezas y las debilidades de ambos. Del sistema educativo español ya hicimos este análisis en entradas anteriores. Ahora nos toca examinar los puntos fuertes y los más débiles de un sistema educativo tan exitoso a nivel internacional.

Fortalezas del sistema educativo de Singapur:

El sistema educativo de Singapur se basa en un sistema meritocrático (lo podemos considerar, a la vez, una fortaleza y una debilidad). Este tipo de sistema  establece que la superación,  el avance en la escala de las oportunidades, depende del mérito personal y las competencias de cada sujeto: y no de acuerdo a los antecedentes sociales y económicos del propio sujeto. Singapur y Finlandia son un ejemplo de estos sistemas. El sistema meritocrático no confunde la igualdad de oportunidades con la igualdad de méritos. Confundirlo se considera una injusticia dentro de este modelo.
Partiendo del concepto de meritocracia, un elemento clave del sistema educativo de Singapur es que su amplia malla curricular ha permitido a los estudiantes, con diferentes habilidades y estilos de aprendizaje, desarrollar y mantener un interés en sus estudios. Esta capacidad del sistema puede que sea un elemento clave detrás del éxito de Singapur en la educación y de llevar las tasas de abandono escolar a niveles bajísimos.
Las políticas educacionales se caracterizan por ser transversales, es decir, involucran a toda la comunidad educacional del sistema: padres, profesores, universidades y gobierno.
Un de las grandes fortalezas del sistema educativo de Singapur es la gran calidad de sus profesionales.
La formación docente está centralizada a través de una única institución que depende del Ministerio de Educación.
El reclutamiento de estos profesionales se hace a través de una única institución y es muy severo y exigente.
La remuneración de estos profesionales es considerablemente alta, de acuerdo al mercado. Se considera un factor importante para asegurarse de contar con los mejores profesionales.
Por lo que al desarrollo profesional se refiere, el sistema pone mucha atención en este elemento, estableciendo que los docentes deben estar en un constante perfeccionamiento, así como entregarles la posibilidad para su desarrollo a través de la carrera profesional alcanzando diversas trayectorias y oportunidades laborales.
La rotación de los directores es una de las claves del sistema, el cual establece que un director no debe permanecer en un único centro escolar a lo largo de su carrera profesional. La rotación para los directores de primaria es cada 7 años y para los directores de secundaria cada 5. Así se aseguran que los mejores directores puedan ir a escuelas que no son tan buenas y lograr subir el desempeño de estos. Detrás de esta idea está la teoría de la escuela efectiva en donde se reconoce que el liderazgo del director es fundamental para el buen funcionamiento de un centro escolar.
En Singapur, por lo que al desarrollo económico y al educación se refiere, se busca a través de la regulación de las necesidades del mercado y los profesionales, contar con los graduados de carreras profesionales y técnicos necesarios para el sistema, y no tener una sobre oferta de profesionales. Esto se refleja en el bajo índice de paro del país (2%) así como la capacidad de los nuevos titulados de encontrar trabajo pasados 6 meses de acabar la carrera. El elemento crucial para que esto suceda es que el Estado sigue muy de cerca las necesidades económicas del país así como determina la calidad y cantidad de profesionales que se necesitan para satisfacer la demanda.

Debilidades del sistema educativo de Singapur:

El sistema educativo de Singapur es altamente competitivo. Los estudiantes deben someterse a lo largo de su vida escolar a diversos exámenes para ser calificados, lo cual genera un alto estrés en los estudiantes y en los padres. De hecho, los alumnos se ven sometidos a tres exámenes importantes a lo largo de su trayectoria escolar: Primary School leaving examination (final de primaria), GCE O/N Level (final de secundaria) y GCE A Level (final post-secundaria).
El sistema educativo es rígido y de baja movilidad, ya que se basa en la clasificación de los alumnos de acuerdo a su rendimiento académico para determinar su camino desde la educación secundaria hasta la superior. El problema que se detecta en este sistema, es que solo el 5% logra cambiarse de un camino a otro, principalmente si es que quieren ascender. Por lo tanto se percibe una baja movilidad, lo cual a su vez se contradice con su sistema de escaleras y puentes; así como el discurso que promulgan de la existencia de equidad y de igualdad de oportunidades en la educación.
El sistema meritocrático de Singapur también lo podemos considerar una debilidad debido a que establece un sistema educativo segregador. Existe una segregación académica. Tal y como ellos mismos establecen, los estudiantes que asisten a la ITE corresponde a los no “académicamente aptos”. Por lo cual se carga de simbolismos a quienes asisten a uno u otro tipo de institución de educación superior.
Es por ello que existe una baja inclusión educativa. Se observa también que este sistema basado en la clasificación de los estudiantes de acuerdo a sus resultados académicos no permite la inclusión de aquellos alumnos con algún tipo de necesidad educativa especial. Ya sea un nivel alto de discapacidad como ceguera hasta un nivel menor como déficit atencional. Estos alumnos son enviados a colegios especiales que no comparten el mismo currículum ni son parte de un proyecto de integración. Cabe destacar que en materia de inclusión Singapur reconoce que se encuentra en una etapa muy inicial.
Por otro lado, existe un fuerte control social y unos discursos entre los actores educativos del sistema educativo de Singapur que se empeñan en asociar la deserción escolar con drogas y crimen (tienen una sociedad muy arraigada a los prejuicios y los estigmas sociales). En Singapur se considera que, específicamente, quienes asisten a la educación técnica son estudiantes de bajos recursos que se encuentran más influenciados a cometer crímenes y al consumo de drogas debido al sector de donde provienen, por ello el propósito de la educación técnica es bajar la delincuencia en los jóvenes, transformándose en una herramienta social y de control para mantener a los jóvenes fuera de las calles. El problema detrás de este discurso recae en que existe una suerte asociación entre familias de escasos recursos y crimen  y drogas. Lo cual se transforma en un fuerte estigma social.
Unos de los desafíos del actual sistema educativo de Singapur y que ha surgido a partir de la revisión que ellos mismos han hecho con respecto a su educación, es que existe una alta preocupación de que los estudiantes y titulados del sistema se están formando con una baja capacidad creativa. Por ende, el sistema no está generando lo que ellos denominan como “thinking students”. Este cambio se está buscando a través de la introducción de nuevas metodologías de enseñanza y aprendizaje, así como con la modificación de la estructura de las clases. Aparición de un nuevo modelo denominado “Teach less, learn more” cuyo objetivo es fomentar que el estudiante aprenda más y participe activamente en el proceso de aprendizaje.
Singapur ha formado alumnos pragmáticos, los cuales son producto de una estructura de enseñanza horizontal, orientada a la memoria de contenidos y con poco espacio para otras materias además de las ciencias y las matemáticas.
El sistema educativo de Singapur presenta una falta de discusión académica importante frente a algunos temas relevantes, como por ejemplo la innovación educativa, la segregación étnica escolar, etc.

Una vez conocemos las fortalezas y debilidades de ambos sistemas, podemos proceder a la comparación. Cabe destacar que ambos sistemas educativos son infinitamente diferentes tanto en la estructura, en la organización, en la infraestructura y en la manera de concebir la educación. Las metodologías y estrategias de enseñanza que realiza uno sería imposible de proponerlas en el otro, ya que se necesitaría un cambio estructural radical. Es por ello, que consideramos que aunque Singapur sea un sistema educativo con resultados brillantes a nivel internacional, y que se encuentra a la cabeza en los rankings de educación, no llegaría a ser un ejemplo en nuestras aulas ya que dista mucho del nuestro.
Personalmente, considero que Singapur no es un ejemplo en educación, como mínimo desde mi manera de concebir la educación. Cuando analizamos un sistema educativo como el suyo nos encontramos con una educación rígida, segregadora, competitiva y estresante. Una sociedad obsesionada con la educación y un régimen un tanto autoritario. Aún y así, no podemos olvidar puntos positivos como la gran preparación de sus profesionales y la ardua selección de estos, aspecto crucial para analizar su calidad. Pero el coste personal que supone para los alumnos el hecho de mantener un buen nivel académico no es compatible con la forma que tenemos en España de concebir la educación y la calidad de vida. Creo que la calidad de la educación no se puede conseguir a costa de todo, sacrificando el bienestar y la calidad de vida de niños y adolescentes que también deben disfrutar de la vida. Es por ello, que las metodologías y las estrategias de aprendizaje tan duras y competitivas que se promocionan dentro del ámbito escolar y que exigen un esfuerzo sobrehumano al alumnado no es la solución por la que hay que pasar para mejorar un sistema educativo. Es eficiente? Si. Da buenos resultados? Si. Pero a qué precio…
Siguiendo al hilo de esta cuestión, tenemos que tener en cuenta que la educación en Singapur consigue la excelencia a costa del estudiante, ya que la presión familiar y escolar es tan fuerte que los niños apenas saben desenvolverse socialmente.
Por todo esto, quiero destacar que aunque no se detectan críticas respecto a la organización de las materias y al número de horas, el sistema de Singapur es demasiado rígido y elitista, con poco énfasis en el pensamiento creativo. Para esta cuestión, el Ministerio de Educación ha introducido recientemente un mayor énfasis en el pensamiento creativo y crítico, buscando un aprendizaje de “habilidades para la vida” en lugar de sólo sobresalir en los exámenes. Sin embargo, muchos niños continúan siendo presionados por sus padres y maestros para tener un buen ranking, con lo que ya no les sirve el hecho de promocionar de curso.


A modo de conclusión, el sistema educativo de Singapur caracterizado por el mérito, el esfuerzo, el bilingüismo, la presión familiar y la segregación en función de los resultados académicos no es compatible con el sistema educativo español por lo que no lo consideraremos un modelo a seguir del cual aprender y establecer mejoras en el nuestro propio. 

Sara López García, 31 de Enero de 2014.